sábado, 2 de enero de 2010

ANATOMIA DE UN PROYECTO


Mucho se ha escrito sobre la problemática del transporte público en nuestro condado Miami-Dade. Algunos, los más, desean incrementar el número de buses circulando por nuestras calles, liberándonos de utilizar nuestros autos. Los que se enfrentan a esto aducen varias razones: primero, congestionarían aún más el endemoniado tráfico ya existente; segundo, hay quienes dicen que parte del sueño americano es también tener un auto y si la esposa trabaja, pues también el suyo, posiblemente hasta el del hijo graduado de High School. Entonces, ya hablamos de ¡tres autos! en una familia.

En otras palabras, para qué preocuparnos tanto por el transporte público cuando nuestra meta suprema en una sociedad capitalista desarrollada es disfrutar, algún día, de las comodidades que nos ofrece: la casa propia, los autos y hasta un bote “parqueado” a un costado del jardín...aunque sea solo para deslumbrar a los vecinos...

El problema es que los casi 3 millones de habitantes del condado, aún cuando prácticamente todos sueñan (o soñamos) con estas metas, alcanzarlas, está en relación directa con nuestros ingresos y según los datos recogidos en el censo del 2000 existe una gran mayoría de habitantes por debajo de lo que llaman “nivel de pobreza” y créanme, aún cuando sabemos que están en pos del sueño, tienen que hacerlo enfrentando a diario la pesadilla de una vida cada vez más cara en todos los aspectos y los que aún no han llegado siquiera al primer peldaño del sueño, -el auto-o simplemente son personas que no pueden manejar, no les queda más remedio que fajarse con los inexistentes buses, con largas esperas a pleno sol y el resto de las angustias que nos causan.

Daniel Shoer Roth en una de sus maravillosas columnas nos delitó con su “Crónica del bus ausente”. En ella nos relata magistralmente en una especie de “reality show” las vivencias de numerosos usuarios entrevistados en las mismas paradas; su conclusión: “ciudadanos lloran por un sistema de autobuses que los lleve a algún lugar”.

El sur de la Florida recibió en ayuda federal la friolera de 286 mil millones para proyectos locales en donde están incluidos líneas nuevas del Metrorail, mejoras en las carreteras existentes y servicio de transporte e inclusive el proyectado tranvía del downtown.

Los autobuses, aparentemente siguen siendo la cenicienta en todos estos proyectos, se mencionan pero, muy tímidamente! Talmente parece que los intereses petroleros no quieren que nos bajemos de nuestros autos, no quieren perder a una clientela tan segura.

Jamás el condado había contado con respaldo financiero federal de tal envergadura, más las asignaciones estatales y el famoso “medio centavo de Penelas”.

Asi que sólo falta que los encargados de usarlo lo hagan con la diligencia y disciplina fiscal necesarias y en cuanto a los buses, quisiera terminar como lo hizo Daniel Shoer Roth en su columna: “A los autobuses les falta lanzar una nueva ruta P del Progreso.

Jorge Gastón
Miami, Fl.

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