PEOR QUE WIKILEAKS LAS DECLARACIONES DE CLAPPER
Por Andrés Pascual
Fidel Castro “compró” a Ana Belén Montes, parte importante de la “inteligencia” americana dentro de administraciones republicanas, desde Ronald Reagan hasta George W Bush. La boricua trabajó bien bajo el férreo manto protector del espía, con la precaución que hizo célebre a los “abnegados y sacrificados hijos de las sombras” del pueblo soviético; a los soldados del Mossad; o a los eficientes “hombres nadie” del Almirante Canaris.
A favor de “la captación”, el grado de antiamericanismo ancestral y venenoso de la paisana de Juan Mari Bras, que descarta “el logro” de Castro como una jugada maestra o inteligente: cuando existe la “juntura” por el importante cordón umbilical que es el odio a Estados Unidos, no se necesita trabajar mucho el objetivo de captación que, casi siempre, se propone solo.
Por un cable de Wikileaks se informó que era poco posible que en Cuba se produjeran manifestaciones masivas estilo África del Norte. La nota llegó a considerar esta etapa como menos peligrosa, para la estabilidad de la tiranía, que el momento en que perdió el subsidio multimillonario de la ex Unión Soviética…
Antier, en una reunión con Representantes, James Clapper, el Director de Inteligencia de la Administración Obama, expresó que: “se esperan levantamientos de protesta en la Isla, para el próximo año, por el deterioro de la situación económica…” ¿Por qué hay que esperar tanto? Aunque un año más, para lo que ya tendría 53 y se “ha aguantado como un machito”, no es gran cosa.
En esa reunión, utilizada para dar la idea general de la situación en Egipto, según el contraespionaje americano, Clapper también dijo que la Hermandad Musulmana “era una organización secular”. ¿Esa confesión del Director de la Inteligencia obedeció al desconocimiento personal, o a una forma poco elegante de desvío de la atención sobre el problema?
Cualquiera de las dos variantes es inaceptable, aunque la primera fue “un decir” y, la segunda, un intento chapucero con intención de confundir, porque la Hermandad Musulmana, que fue fundada por Aymar-Al-Zawahiri, el segundo de AL-QAEDA, es la única facción organizada, con objetivo claro y definido, en ese conflicto (que lo es, y de vida o muerte para las pocos opciones occidentales en el área), como para imponerse después en cualquier teatro de lucha intestina. Por lo que, la renuncia de Hosni Mubarak, dejará al país sin la mínima posibilidad de evitar que el extremismo radical se apropie de Egipto.
Más sobre lo “desfachatado” de la calificación de secular de Clapper: la Hermandad Musulmana tiene como objetivo y lo ha declarado, la destrucción de Israel y la implantación del abusivo régimen troglodita musulmán hasta las últimas consecuencias. El que necesite más argumentos para entenderlo, los protege y apoya.
¿Qué hace Clapper ahí? Tal vez esa no es la pregunta, sino ¿Qué hace Obama ahí? ¿Cómo se arriesgó una parte de la población americana a colocar a semejante enemigo extranjero en la silla presidencial?
Para mucha gente nada es fortuito ni sorpresivo ni yerro conceptual sin intención, sabíamos lo que iba a pasar: el peligro es evidente por todos lados. El respeto, en el caso de Estados Unidos, no es que lo amen, sino que le teman.
Egipto y, posiblemente todo el Africa musulmana, va directo a las arcas de los cancerberos del tesoro sarraceno, que es la imposición del gobierno musulmán en Occidente; mientras, Obama sigue sin explicarle al pueblo, según preguntó razonablemente Sarah Palin, a quién o a quiénes apoya allí.
Como decía mi abuelo, q.e.p.d, “lo que nos espera es grande”. Ese es el precio que se paga por permitirle a un enviado de Alá, con malas intenciones contra la nación americana, que tomara las riendas de tamaño potro porque la porción homosexual, comunista, drogadicta, oportunista y bananera que vota en Estados Unidos, con la ayuda de la Media, del gremio y de intereses antiamericanos oscuros y poderosos, se llevó “el gato al agua”.
Miami, FL., USA
02/12/2011
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