jueves, 16 de diciembre de 2010

CARLOS PEREZ, AGENTE DE JUGADORES CUBANOS


HAY COSAS QUE NO SE ANALIZAN CON QUIEN NO SABE
Por Andrés Pascual

Hace pocos días, en el show de “prime time” (horario 7-9 Pm) María Elvira Live, que emite el canal encargado de promocionar en la ciudad de Miami a los artistas enviados por el régimen que llegan diariamente bajo el amparo de “intercambios culturales”, no solo inefectivos; sino fraudulentos, se continuó con la saga “beisbol cubano” con un nuevo ingrediente: el agente de peloteros.

Como “un nuevo Scott Boras” fue presentado un individuo de nombre Carlos Pérez que, en algún momento, según una página web, se desarrolló en Cuba como dirigente del baloncesto y en Hialeah Gardens del beisbol por la ciudad porque, dicen, tiene bajo control 100 ó más jugadores cubanos; pero la fama del superagente americano no se la da la cantidad; sino la calidad de sus representados, el dinero que les saca a los clubes de Grandes Ligas con peloteros que, muchas veces, a partir del momento en que los firma, se convierten en sonados fracasos como Barry Zito, que se lo vendió a los Gigantes como un zurdo “superior a Sandy Koufax” y puso al club a repetirlo con el resultado de que, a partir de ahí, el serpentinero pasó a ser uno más en el montón, dejándole al club de la Bahía una cantidad tan grande por pagarle que casi no hay posibilidades cambiarlo, porque es un material por el que nadie está dispuesto a asumir lo que le queda en dinero de contrato, sobre todo si se conoce que no se va a recibir de vuelta en el terreno el valor invertido. Al agente le acompañaron en el programa un jugador juvenil recién llegado y un conocido periodista de Miami.

Como elemento de rating entre los fanáticos de la pelota castro comunista se ha creado una sección en Maria Elvira Live que tiene como objetivo comentar sobre el beisbol de la Isla, nada mal si no fuera por las imprecisiones y falsedades que se hablan; pero, extraordinariamente equivocada, al permitir que la moderadora, que no tiene el mínimo autocontrol, “meta la cuchareta con autoridad de decana” en aspectos que deben ser tratados por conocedores a fondo del tema por lo sensibles y hasta peligrosos en que pueden convertirse.

Al revés del fanático cubano allá y aquí, que está reaccionando con objetividad ante la situación del beisbol y de los peloteros, la prensa miamense sigue empeñada en obviar la caída estrepitosa de la participación en el deporte y la pérdida de la clase histórica que tal situación genera con frases como “Cuba es un semillero de peloteros”; o “usted le da un puntapié a una piedra y salen racimos de jugadores”. No hay tomadura de pelo mayor que esos comentarios: ni hay cantera ya, ni el 80 % de los jugadores más interesantes que puede ofrecer la Isla hoy llevan etiqueta de posibles estrellas en el profesionalismo. En Cuba el beisbol perdió la categoría de pasatiempo nacional que, posiblemente, lo tenga el balompié. El régimen se llevó el gato al agua finalmente; un paso de avance en el divorcio de ciertas estructuras sensibles a la identidad nacional entre Cuba y Estados Unidos.

Carlos Pérez, que no nació aquí, que no lleva exageradamente mucho tiempo fuera de Cuba posiblemente, tiene licencia, según dijo, como Agente de Jugadores…

En el programa el agente hizo un comentario sobre “más de 100 peloteros que están abandonados en República Dominicana” dando la impresión de que nadie los atendía desde el punto de vista de sus firmas y creando la situación para que María Elvira, en uno de esos arranques de famosa ignorante, casi llame a Obama para comunicarle la injusticia. Lo que no le quedó claro a la estrella de la Mega-TV fue que esos cubanos están en un tercer país sin condiciones atléticas como para ser firmados y trabajando en lo que sea, que es lo que hace cualquiera, balsero o no, trabajar, que no es malo; porque hay algo con los cubanos de nueva edición que escuchan historias tan falsas en Cuba que llegan a creer que ser de allá es un pasaporte a la fama como bailador, boxeador o pelotero y, realmente, ni Cangrejo, el personaje de Arsenio Rodríguez, logró que Pasquel lo contratara a pesar de la mediación de Bragaña.

Incluso, luego de un comentario sobre que varios peloteros que sí están representados no se sienten cómodos con sus agentes, volvió la presentadora, ahora en algo tan peligroso como manejar el robo de jugadores, al sugerirle al periodista Omar Claro que los llamara (o los peloteros a él) para que se pongan bajo las alas de Carlos Pérez… ¿Acaso esta señora sabe lo que dijo? No es posible que alguien nacida en Puerto Rico y casi criada en Estados Unidos desconozca las leyes de este país. Lo peor es que ninguno de los panelistas le explicó las implicaciones.

Dicen que Carlos Pérez ha estado en algún que otro terreno del Southwest de Miami con promesas de hacer millonario a medio mundo, por lo que, quizás, no sea bien visto por esos lugares, porque no es igual ser scout que agente y eso deberían explicárselo.

Scott Boras apareció en el informe Alderson como violador de la “ética de trabajo” en República Dominicana por casi sobornar a jugadores jóvenes y sus familias con dinero “cash”, por lo que recibió una multa que “no la brinca un chivo” y sigue bajo asedio de las oficinas de las Ligas Mayores.

Boras es millonario, así que no solo pagó la multa; sino que puede dispone de una impresionante batería de abogados famosos como defensores si fuera necesario; lo que, posiblemente, no suceda con cualquier otro que le emule y que, sobre todo, se regale en su intención hablando en un programa de televisión en el cual su moderadora no solo es sabia, sino que escasea absolutamente de la inteligencia como para entender cuando no se debe hablar de más sobre asuntos delicados por insensata e imprudente.

Miami, FL., USA
12/16/2010

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