jueves, 4 de noviembre de 2010

COLIN POWELL ALERTA A OBAMA


EL CAMINO ERRADO DEL PRESIDENTE OBAMA
Por Alberto Muller

Con algunos meses de anticipación a la paliza que el presidente Obama acaba de recibir en las elecciones de medio término del 2010, Collin Powell, de larga data de servicios a los Estados Unidos y su amigo de filiación republicana, lo alertó con su sinceridad acostumbrada sobre lo desacertado de impulsar demasiados proyectos muy costosos a la vez.

Y se refería Powell, casi seguro, entre otros proyectos, a la Ley de Seguro Médico y al Paquete de Estímulos, que ante un desempleo galopante a nivel nacional de más de un 10 por ciento, eran proyectos rechazados o en el peor de los casos, incomprendidos por la mayoría de la población norteamericana.

Tal vez le faltó al presidente Obama la sensibilidad política para entender las quejas y el desvelo incesante del pueblo, que nacían del dolor de un bolsillo vacío.

Y a pesar de que algunos miembros del Tea Party lo acusan de socialista sin haber nacionalizado ningún banco ni empresa, el presidente Obama ha pagado un alto precio por intentar rescatar la economía capitalista quebrada y una bolsa en depresión suicida que recibió de la Administración de George W. Bush, inyectando dólares a los bancos y a la industria automovilística, pero no prestando la atención debida al desempleo, también heredado, pero incrementado con creces durante sus primeros meses en la Casa Blanca.

Y fue realmente este desempleo el verdadero detonante de la pérdida de popularidad del presidente Obama y de la percepción real de la población estadounidense de que el rumbo de la Casa Blanca era errado al no priorizar la creación de empleos.

Pocos dudan de las bondades implícitas en la Ley de Salud del presidente Obama, que da cobertura a millones de estadounidenses sin seguro y que elimina las injustas precondiciones de las compañías aseguradoras, pero esta ley no ofrece empleos a los sin trabajo.

Por eso es que algunos observadores afirman que el presidente parece haber salvado al capitalismo norteamericano con su inyección de 814 billones de dólares, pero que capitanea un barco en medio de una tormenta y con una deuda demasiada pesada para las generaciones venideras, aunque su tripulación posea seguro médico.

Y esta tormenta popular se vio clara en los resultados de las elecciones de medio término del 2010, donde las pérdidas electorales del presidente y de su partido en la Cámara de Representantes, en el Senado y en las Gobernaciones, fueron monumentales y peligrosas de cara a las elecciones presidenciales que se avecinan en el 2012.

El rumbo de la Casa Blanca debe rectificarse con premura, si el presidente Obama intenta postularse para un segundo término.

Y esta rectificación comienza por alentar una política bipartidista que pueda enfrentar los principales desafíos que amenazan al país, como el déficit, la deuda y la creación de empleos.

Miami, FL., USA
11/04/2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario