FIDEL Y LA REALIDAD
Por Fernando J. Milanés MD
En una entrevista con Jeffrey Goldberg para The Atlantic, Fidel dijo “el modelo cubano ya ni funciona en Cuba”. La sorpresa de Mr. Goldberg después de estas declaraciones le inhibió de hacer la pregunta clave: ¿Por qué? La pregunta se la hizo a su acompañante, supuesta experta, Julia Sweig que elaboró que Castro había reconocido que en el modelo cubano el gobierno tenía un exceso de control. Desgraciadamente, una vez más, se interpreta erróneamente a un Castro avejentado, como si estuviera haciendo su “mea culpa” final.
La realidad es otra. El narcisismo maligno del tirano Castro le impide reconocer sus responsabilidades o equivocaciones. Primero la culpa era del gobierno anterior de Batista, de los privilegiados, del sistema capitalista, del imperialismo y el embargo, etc. Estas hubieran sido las razones ofrecidas por él si hubiera tenido oportunidad. Si por su demencia residual, la verdad se hubiera escapado, hubiera declarado su odio, rencor y desprecio al pueblo cubano.
¿Control del gobierno? En lo absoluto, desobediencia, vagancia y corrupción del pueblo. ¿Represión? Falso, falta de las autoridades de implantar el orden y dominar la malversación. ¿Carencia de libertades? Ridículo, demasiada independencia que aprovecha el enemigo imperialista para minar el pensamiento de un pobre pueblo incapaz de pensar por sí mismo.
No caigamos en la trampa de especular que un anciano dictador al fin reconoce sus errores, y de que su hermano Raúl, más pragmático, hará cambios sustanciales al sistema. La cúpula castrista seguirá viviendo de un pueblo esclavizado, rodeado de su nueva élite, que ignora los sufrimientos ajenos a cambio de recibir pequeños privilegios por servicios prestados.
Solo un cambio radical de los dirigentes actuales, por una juventud deseosa de gozar de derechos democráticos y el tiempo, pudiera ofrecer solución al conflicto de Cuba.
Miami, FL., USA
09/09/2010
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