domingo, 5 de septiembre de 2010

FIDEL CASTRO HABLA EN LA ESCALINATA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA


UN VIAJE PAGADO A LA MENTIRA
Lic. Amelia M. Doval.

El dominio mental es algo que los gobiernos comunistas ejercen con mayor gusto. Cuando de jóvenes se trata, el afán es mucho mayor. Es conciencia atrapada por muchos años. Un fervor de inocencia y un valor despreocupado. Fidel Castro, el ex de todo, ha vuelto a vestir de palabras el aire cuando frente a los estudiantes universitarios repite nuevamente su discurso de la devastación mundial. Es necesario, para el gobierno, renacer el fervor revolucionario y sólo ´´él´´ lo puede hacer (complace decir que su discurso obsesivo y petulante es oído pero no escuchado. Ya no es igual su vigor).

En la Florida la 11 Corte del Distrito de Apelaciones se pronuncia a favor de la ley que prohíbe utilizar fondos que sirvan para costear viajes a países patrocinadores del terrorismo. Son obvios los motivos. Promover la cultura del intercambio es justo y necesario pero, se necesita enseñar la verdad de los pueblos a visitar. No es ayudar a ser turistas del conocimiento sino co-habitantes de la desgracia.

La visita pagada por fondos universitarios reduce la comprensión de los exagerados gastos de un viaje al centro de la miseria. Los estudiantes desconocen el sacrificio del pueblo cubano, sólo observan lo que se promueve como teoría. El plan de captación para estudiantes, insiste en el desarrollo social de la población cubana. Una utopía de libros, una hipótesis no probada.

Llevan (téngase en cuenta la palabra llevar y no trasladar) a los estudiantes hacía construcciones que supuestamente son para ´´beneficio social ´´. Dudosa la afirmación.

Compartir con los escogidos y no los reales habitantes, limita el conocimiento del delito. Un lavado eficiente del pensamiento incita a pedir, con euforia, por la liberación de cinco espías que pretendían socavar las simientes del país que los alimenta y les paga el viaje. Esos hombres que hoy están en los EUA, no llegaron para contribuir sino para destruir lo que una Nación defiende.

Es fácil soñar con idílicas palabras cuando se piensa que el mundo es una osadía metafórica y no un lugar para sobrevivir con mínimos recursos. Cuba la tierra del marketing y el montaje fantasioso sabe embestir las mentes libres de conocimientos para utilizarlas en su favor. Un verbo social, una falsedad demostrativa, y un uso correcto de la versión: la verdad no está en lo que se dice sino en cómo se dice. Con estas técnicas del convencimiento los jóvenes quedan atrapados en una imagen virtual.

Gran parte de la economía que alimenta los fondos donados, aquellos que se invierten en los viajes, provienen de familias que tuvieron que abandonar la isla por conceptos políticos. Un gobierno que hoy manipula a sus descendientes, valiéndose de estos convenios inter-universidades para difuminar como polvo su ideología, ayer expulsó de sus tierras a los nacidos en la isla sólo porque no aceptaban el poder de los tiranos.

Cincuenta y un año les ha tomado a los Castro para destruir la isla, mucho menos se han tomado para acabar con Venezuela. Es preciso no dejar que sometan el dominio más allá de su locura. Despertar del letargo y tomar el mando de la enseñanza permitirá dar un paso de avance en la batalla.

Miami, FL., USA
dovalamela@yahoo.com

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