domingo, 25 de julio de 2010

ELADIO SECADES, GRAN CRONISTA DEPORTIVO CUBANO


ELADIO SECADES SE REVUELVE EN SU TUMBA
Por Andrés Pascual

Al panteón de las verdaderas glorias del diarismo cubano pertenece uno de los mejores cronistas deportivos de la Mayor de las Antillas, que ganara notoriedad internacional y un premio de literatura Alfonso Hernández Cata a mediados de los 40’s, por la publicación de sus Estampas de la Época, que fueron retazos magistrales de la conducta y el modo de pensar del cubano tradicional descritos a través de la prosa mas brillantemente humorista, burlona y costumbrista que profundizara en algo tan simple y complejo a la vez como la personalidad del cubano.

Eladio abandonó Cuba en 1962 porque se sintió traicionado por el castrocomunismo, que se impuso a la fuerza sobre el peligroso proceso revolucionario con el que, indudablemente, simpatizó en 1959 y, todavía en 1960, le otorgaba el beneficio de la duda ante el rumor “de malas lenguas” de que el comunismo, con todo su lastre de crimen, represión y esclavismo social se imponía. Por tal motivo, cuando los Orioles de Baltimore, bajo una campaña de apoyo efectuada por el receptor Gus Triandos, que había jugado en Cuba se negaron a realizar el entrenamiento primaveral de 1960 en La Habana, escribió en su leído editorial deportivo Tres Verdades de Bohemia un artículo que, poco después, los acontecimientos negaron de arriba abajo: “Campaña de injusto descrédito”; todavía a principios de junio, cuando el Departamento de Estado, por intermedio de su Secretario Cristian Herter; de Frank Schaugnessy, Presidente de la Liga Internacional y de George Trautman, Presidente de los Circuitos Menores del Beisbol Organizado determinaron el traslado de los Cubans hacia Nueva Jersey, el Maestro Secades volvió a la carga por el lado equivocado y escribió, también en Tres Verdades, “Un atropello la expulsión de los Cubans”; en septiembre se ordeno que ningún jugador americano reforzara a clubes de la Liga Invernal y en 1960-61 se jugó sólo con criollos un gran campeonato; pero si algo estaba claro era que los americanos consideraron el asunto por el lado real: los lazos de amistad se habían roto; la imposición del odio hacia el vecino del Norte cobro matices alarmantes de aceptación en un pueblo al que se le desconocía semejante caudal de bajas pasiones y de que Cuba se acababa comenzando por su nacionalidad. Entonces, como hombre de preclara inteligencia, Secades sabía que quien estaba acostumbrado al libre ejercicio del pensamiento no podía esperar algo más de aquello y se exilio vía Méjico…

Ya había hecho trabajo periodístico en el país azteca entre 1929-1934, dónde cubrió boxeo y béisbol y su pasión incontrolable, como apostador que también fue, el Jai-Alai, del cual era un fenomenal cronista y al que Fausto LaVilla, otro maestro del diarismo deportivo cubano y bisabuelo del ex jardinero zurdo Luis González, bautizo como “El hombre que endioso a Pistón”, por las crónicas que le dedico al extraordinario delantero de la pelota vasca y héroe de las jornadas habaneras de ese deporte.

Secades nació en 1908 y ya en 1926 caso con Carmen Torres, ese año debutó en periódicos de la época como reportero; fue Horacio Roqueta, un pionero del periodismo deportivo, quien descubrió el genio tremendísimo de cronista y escritor; el que primero lo puso en plantillas y al que Eladio se refería como su Maestro.

Cuando regresó de Méjico tras un breve tiempo como redactor, se hizo cargo de la jefatura de las páginas deportivas de Alerta, sería hacia 1937 y en 1940 comenzó a escribir las Estampas de la Época, insertas en la literatura cubana como joya de valor singular en cuanto a uso del costumbrismo. Al recibir igual responsabilidad en el Diario de la Marina, las Estampas continuaron escribiéndose en su nuevo periódico. Por esa época ya era el jefe de la sección deportiva de Bohemia, hacia donde llevo consigo a un muy joven Rene Molina, su discípulo absoluto en la faena.

La capacidad y la originalidad para utilizar la imagen y la metáfora en el deporte, única, le hacia describir elementos del juego de pelota, del boxeo o del que fuera con frases como “caballero del peto, la escafandra y la escobilla” para referirse a los árbitros del béisbol; o “jugadores de juego y sin alma” referente al importado que no metía el cuerpo en el exigente béisbol invernal cubano.

Existe un título referente a un artículo sobre el boxeador cubano Florentino Fernández, también en Bohemia, que hizo historia: “Ningún boxeador cubano ha pegado así” y, cuando Pascual Pérez comenzó a tener problemas de cierta seriedad legal que se iniciaron en el seno de su matrimonio, lo que el cronista magistral escribió lo titulo, “Sube la guardia, Pascual”

Banquete para los novicios y especie de droga una vez que alguien lo leía, confieso que leí todo lo que escribió en Bohemia y muchísimo del Diario de la Marina y que, todavía hoy, busco y leo con avidez de los archivos de Esto, de Méjico, sus crónicas en ese periódico. Soy fanático de Secades como nunca he sido de otro periodista ni de ningún atleta y ni me arrepiento ni me avergüenzo.

Con todas las Series del Caribe de la primera etapa a su haber en esencia y presencia; con un caudal envidiable de peleas de boxeo tanto nacionales como internacionales en Cuba, en Méjico o en Estados Unidos; con muchos juegos de la Liga Cubana y de la Liga Nacional Amateur; con gran cantidad de asistencia a juegos de Grandes Ligas y como uno de los delegados de Cuba por la Liga Invernal que asistieron en Miami a la constitución de la Confederación de Países de Béisbol Profesional del Caribe y a la creación de la Serie del Organismo en 1948, Secades fue una de las personalidades mas respetadas en el circuito caribeño procedente de la Isla de Cuba

A finales de 1959, ante los rumores de que Bobby Maduro tenia intención de venderle al Cincinnati para 1960 a Leonardo Cárdenas, a Borrego Álvarez y al Haitiano González, que habían sido baluartes del triunfo del club en la Pequeña Serie Mundial, Secades escribió un ácido material ante el rumor, que era cierto, contra el que riposto la franquicia de los Azucareros desautorizando al cronista a participar en la reunión de invierno y en cualquier otra de las oficiales durante la próxima temporada, lo que Eladio tomo con filosófica resignación y, en otro articulo, luego de reflejar el incidente, concluyo así; “ si lo que dije se refleja en la administración del equipo en algo positivo, si los Cubans no resultan afectados en el terreno de juego, me dolería mucho no asistir a esas reuniones; ahora, si el club es lesionado por esos cambios de jugadores hechos solo para llenar los bolsillos de alguien, entonces bienvenida sea esa prohibición que, a no dudarlo, yo sobraría ahí”.

Eladio Secades estuvo 4 años en Méjico en su segunda etapa en el país de los mariachis y, en 1966, se traslado a Nueva York donde trabajo en varios medios junto a sus amigos y colegas Pedro Galiana y Fausto Miranda. En 1974 lo mordió el cáncer óseo que lo coloco en tan precaria y deplorable apariencia que no admitía visitas.

Bajo la administración de poderosos calmantes para aplacar el dolor falleció al lado de su compañera inseparable por medio siglo, Carmen, en 1976, el más grande cronista deportivo cubano de todos los tiempos; el hombre que describió como nadie el estudio de la idiosincrasia del pueblo de José Martí; acaso el más simple y complejo a la vez de todos los pueblos del Caribe y, acaso, de América Hispana: Eladio Secades.

Todavía hay detalles como noticias de mal gusto procedentes de Cuba sobre Secades: la tiranía, a través de un falso rescate de valores importantes que han sido objeto de prohibición, ha publicado una selección de las Estampas y no hay un periodista o estudiante que no haya tenido que escribir algo sobre su grandeza como regulador de un descubrimiento demasiado tardío, que tiene como objetivo único el oportunismo comercial. Como afrenta a su personalidad, pretenden robarse no sólo su obra como usureros que son, sino su imagen y su trascendencia que les posibilite mañana acercarlo, de alguna forma, a la repugnante y reaccionaria obra de Fidel y del Che; cómo son esos elementos ¿Quién lo duda?

Miami, FL., USA
07/25/2010

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por este articulo. Me conto mi familia que Eladio Secades vivia cerca de nuestro apartamento en Queens, NY. Cuando mi tio abuelo Rene Molina venia de visita a NY, tambien paraba en casa de Secades. Todavia disfruto las estampas de Secades.

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  2. Hola por favor necesitaria contactar con Andres pAcual porque estoy haciendo mi tesis de graduacion sobre Eladio Secades, mi correo es walddofc2005j@gmail.com y me llamo Waldo, por favor si me pueden ayudar, un saludo

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