jueves, 29 de julio de 2010

CUBANOS OBLIGADOS A IRSE A TRABAJAR AL CAMPO


¡EQUIVOCATE Y LEGALIZALOS, ANDA…!
Por Andrés Pascual

Tomate, lechuga…esa es la justificación de quienes presionan al gobierno para que legalicen a los ilegales; en el caso del partido en el poder, parte americana negra o blanca, el asunto es de voto hipócritamente encubierto en un tipo de humanismo que nadie puede aceptar por lo dañino contra una parte muy afectada que no son precisamente los ilegales.

El grito de horror de los congresistas que apoyan una reforma migratoria pretende crear pánico en la población vegetariana (casi verde) del país: ¿Quién va a recoger tomates, naranjas, lechuga…? Bueno, por lo que le pagan la mayoría de los dueños de la producción agrícola a los mal llamados “indocumentados” no creo que alguien legal vaya a sustituirlos; pero si ocurrieran cosas, tendrían que cambiar la relación oferta-demanda en la fuerza de trabajo y esos productos, que aunque no sea así no faltarán en la mesa ciudadana, nunca desaparecerían como por arte de magia ante los ojos impávidos del americano promedio, que es víctima y bastión ante el desenfreno delincuente en que se ha convertido el problema inmigratorio americano y es lo que quieren hacerle creer los agoreros de la dieta con aderezo inmigratorio.

En Miami hay unos guatemaltecos que nunca fueron a la escuela y sólo hablan su dialecto ancestral… ¡Bueno, allá ustedes!

Para bloquear el abastecimiento a las guerrillas anti-castristas en Pinar del Rio y Las Villas, el tirano descampesinó las montañas y creó pueblitos de mala muerte donde reconcentro a los guajiros: López Peña, Los Pinos, Sandino…con el resultado de que la descendencia jamás regresó al trabajo del campo. Mírese en el espejo de la Cuba castrocomunista con respecto a la agricultura: ni tomate, ni naranjas, ni mangos, ni frutabomba…y, después, si quiere, apoye la reforma migratoria…para colmo, si usted es de Oriente, es ilegal en La Habana y nadie marcha con sus niños en contra y, si abre la boca y le escuchan el acento oriental, no hay algo más que hacer, ya esta deportado.

Pero que nadie se queje, aquí si legalizan a esta gente y se pierden de la mesa de verdad las hortalizas, las frutas y los vegetales, porque a más del 70 % de los que trabajen en labores agrícolas no los ve de vuelta al campo nunca más ni Superman con su vista de rayos X. Si no al tiempo.

Miami, FL., USA
07/29/2010

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