LA FAMOSA CHIVICHANA CUBANA

CINCUENTA AÑOS DE OPORTUNA CHIVICHANA.
(Un homenaje a los padres cubanos)
Lic. Amelia M. Doval

Los calores son sofocantes, el verano agotador. Peligran las vacaciones en la playa porque el petróleo es escaso en la tierra y abunda en el mar. El gobierno poco hace, los jóvenes se desesperan, los niños se ilusionan y mientras, los padres intentan encontrar diversiones callejeras.

Desde tiempos inmemorables y digo esto porque, creo que el cubano que ostenta de 4 a 50 años creció con esta experiencia, se ha utilizado la conocida chivichana como el juguete privilegiado. Sus versiones varían en cuanto a lujo o movilidad mas, en esencia es lo mismo. Un cuadrado de madera con dos ruedas de patín o la conocida caja de bola en un listón de madera fijo, en la parte trasera y dos cajas de bolas en listón de fácil movimiento delante, cuya dirección se controla por una soga que atada a los extremos conforman el acabado del timón.

Como nada es totalmente perfecto, los frenos corren por cuenta de los zapatos de chofer, la arrancada es función de los ´´socios´´ que empujan por la espalda al conductor.
La capacidad de pasajeros es exclusiva de una persona por tanto se necesita una rotación organizada entre quienes aportaron la madera, el patín , la soga y los clavos.

Lo más importante de este juguete colectivo es en primer lugar la libertad de usarlo en la calle, entre amigos. Aprender a respetar y colaborar como equipo, sumado a la táctica conseguida conjuntamente con la estrategia de buscar excelentes vías para poder conseguir mejores resultados, como aceras cuidadas, en pendiente y donde los vecinos protestones no ofrezcan resistencia a la diversión por el ruido que provoca el juego acalorado de los niños.

Casi todos los cubanos que ahora están entre cuarenta o cincuenta años, digo casi por los exclusivos, aprendieron a montar patines con un solo pie por qué pues, de esa manera tenían dos juguetes. Dividiendo un patín de cuatro ruedas obtenían lo necesario para construir la preciada chivichana y el otro patín quedaba intacto para ser usado como variante de juego. Claro en aquellos momentos no se conocían los lineales, esos artefactos difíciles de conquistar por quienes ya se han acostumbrado a la vieja estructura.

Construir un juguete de esta naturaleza no es un simple acto de carpintería, es una acto de magia absoluta. Tengamos en cuenta que la madera no se vende en cualquier tienda ya desde ahí comienza la estrategia, caja vieja de mercado, unos pedazos de alguna madera que sirvió de algo que ya no es tan útil. Supongamos que se solucionó este punto. Madera nada más no es trabajo terminado, las cajas de bola, nunca entendí qué similitud expresiva hay entre una rueda(evidente redonda) y una caja cuadrada, pero la sabiduría popular junto a la metáfora poética hicieron maravillas, como también la hacen los padres para encontrar un amigo, de un amigo que tiene un conocido con determinadas posibilidades que ¨resuelve´´ las ruedas.

Lo demás es conseguir clavos que pueden servir los de la caja que se desarmó o algunos que abuelo guardó de cuando era joven por si le hacían falta. La soga siempre será un misterio aunque en cada casa debe haber alguna por aquello de usar en la tendedera, para colgar ropas o por si se presenta algo que amarrar o alguien de la familia se muda, el perro se quiere escapar, en fin miles de usos. El proceso es más largo que el invento. Vale la pena, el niño y los amigos miran y colaboran mientras la familia en pleno se reúne para apoyar la idea invencible que el padre se ha propuesto. La algarabía final enorgullece todos, se logró hacer feliz a los niños del barrio.

La capacidad creativa no se detiene, la fantasía hace que la realidad produzca un impacto menor en la vida de quienes tienen el signo de la duda en cuanto a la inconclusa respuesta de por qué nacieron en un lugar del planeta donde los juguetes no están al alcance, el mar, aunque es una isla, está lejos como los sueños imposibles. Los niños son una consecuencia y no una prioridad. La miseria es necesidad diaria y las familias se dividen por motivos ajenos. Las fiestas universales son discordia y la palabra es un gesto callado. No obstante la risa no ha sido robada, ni mutilada, ni callada quizás porque ser padre es una obligación moral con puntos suspensivos.

Miami, Fl
dovalamela@yahoo.com
Columnista de Ciudadanocubano-cu.com