sábado, 6 de febrero de 2010


UNA RESPUESTA SIN PREGUNTAS
Por: Amelia M. Doval

En el mercado de la música, como en todas las artes se necesita de una sola palabra transformada en sentimiento, alma . Me detuve en la carta que escribió Manolín, el médico de la salsa, porque necesitaba saber que opinaba esta persona que por tanto tiempo ha quedado en silencio, sé por sufrirlo en carne propia que el exilio, independiente de los motivos o el espacio del mundo dónde se vaya, es un cambio brusco en el curso normal de la vida, hay quienes están preparados para enfrentarlo y quienes escogen sufrir por no saber el extraordinario valor de reinventarse desde un punto cero, porque se necesita mucha voluntad para reconocer que existen pasos necesarios en este camino que escogimos. Conozco a Manolin,como cantante, no le quito sus méritos pero su profesionalidad no es comparable a la de otros que pueden competir en cualquier scenario, el beneficio de triunfar en nuestro propio país es loable pero mucho más lo es cuando podemos salir adelante en la competencia que el mundo nos impone y para eso hacen falta agallas y garras.

Decía Martí, ya que él lo menciona, ¨´la primera cualidad del patriotismo es el desistimiento de sí propio; la desaparición de las pasiones o preferencias personales ante la realidad pública, y la necesidad de acomodar a las formas de ella el ideal de la justicia.¨´,desconozco y no cuestiono las aspiraciones personales de este cantante, pero acertar con la palabra en un ambiente donde el léxico es diferente a lo cotidianamente usado porque se aspira y se espera más, porque hay una competencia abierta y a ¨calzón quitado¨´, es mucho más complejo que incitar a un pueblo con deseos de gritar, bailar y olvidar. Es una lástima que tanta rebeldía se le agotara una vez que pisó la plaza escogida para residir.

No es menos cierto que cada ciudadano es un mundo y no todo es perfecto en esta lucha que se lleva a cabo, pero estas personas que nos antecedieron merecen un respeto porque nos abrieron el camino, porque han mantenido la llama encendida y sus brazos , a su manera, han permanecido abiertos para nosotros. Considero, desde mi punto de vista, irresponsable e irrespetuoso sentarnos a criticar sin antes poner sobre la mesa lo que hemos aportado. A nosotros, la generación de los bastardos, los que nos tocó nacer con Fidel en el poder, nos pertenece otra lucha, no más importante, ni menos valerosa, simple y sencillamente, diferente. El alma, esa parte de nuestro cuerpo que vaga entre el sentimiento y el dolor, lo personal y lo patriótico, la tierra y los sueños, es un pozo de donde podemos sacar suficientes energía para con los dones que Dios puso a nuestro alcance ayudar en esta batalla constante que es, ante todo, demostrarle al mundo lo desacertado de la propaganda que de Cuba se expone, debemos escribir hasta el cansancio, en el aire si es preciso que el pueblo cubano se merece otra vida, no importa como nos enfrentemos, lo necesario es continuar, dejando huellas de nuestro dolor.

Exhorto a Manolín para que se vista con traje de audiencia y comience a pensar de qué manera ayudar a su pueblo,dejar a un lado ese pensamiento claudicante y probarse a él y al mundo que aún puede mover a las masas. Nadie obliga en este lado del mar a pensar de una manera definida, es mejor que haga su propia batalla, tiene el terreno abierto y las huestes listas, solo falta dar un paso al frente y levantar el arma que pudiera ser su alma de artísta, compositor, cantante. No liarse al oportunismo es una opción justa y acertada, se puede reducir el daño si aumentamos la entrega, creo que sin querer se ha dejado dominar por ese derrotismo que nos enseñaron de niños y es que el gobierno cubano nunca abre las puertas sin antes dejarnos en el alma la idea que volveremos a sus brazos pidiendo perdón, ese gobierno se cree dueño absoluto de nuestro destino, es una lástima que le de la razón por sentirse incompetente. Ha buscado el enemigo donde le enseñaron no donde su capacidad de lucha le ha permitido, no digo que sea fácil, grito que lo difícil es reconocer la responsabilidad que tenemos para enseñar nuestra verdad, de paso a paso se hace la escalera, y éstas aunque vayan hacía abajo siempre tienes la oportunidad de subir por ellas. Manolín es tan solo un ejemplo que tuvo la ´´valentía¨´de declararse en contra de todo, entiendo su posición y es que hay momentos en los cuales la barrera de la incomprensión se crece, mas si nuestra batalla se agiganta llegaremos al final. Si tan poblados de errores ve el camino por qué no ayudar a entenderlo y corregirlo, la fácil palabra que acoge la crítica como política fue lo que nos dieron como lección,culpar a los demás de nuestros errores, pero más vale ser un humano pensante que un crítico a ultranzas. Encadenarse a las ideas sin indagar lo necesario es un error que nosotros no podemos darnos el lujo de cometer, Cuba nos necesita, nos necesita como hijos, como hermanos, no es separarnos, es unirnos, y si no nos hicieramos entender, busquemos otros métodos, acudamos a traductores de pensamiento. Me duele este médico devenido en cantante, o cantante con intensión de ser médico, aunque mucho más me aflije este cubano que deja vacío el scenario para darle lugar a quienes no deberían estar.

Y con otra frase martiana le hago mi despedida, ¨´el héroe lo es más mientras menos le amarga el sacrificio la ingratitud humana¨´.

Miami, Fl., USA
02-05-10

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