NUEVO ESCRUTINIO ESTA NOCHE PARA LA ESCUELA GARMURI
Por Andrés Pascual
Se supone que el fraude de lo que llaman “escuela cubana de boxeo”, realmente “garmuriana”, se asiente en el training, en los métodos de preparación física, no en el desempeño en el ring ni, mucho menos, en lo técnico.
Los fracasos en el circuito amateur de los pugilistas de Castro se los han estado atribuyendo, entre otras cosas, a la deserción de sus atletas, sin tener en cuenta que, si a ese boxeo lo debilitan tanto la fuga de un par de gatos, entonces el problema es en la cantera. Lo mismo ocurre con el beisbol; pero, antes lo dije, en el pugilismo amateur no encuentran oposición profesional, como ocurre con la pelota. El contendiente rentado llegará también al Olimpismo, que la Serie Mundial de Boxeo es un ensayo, así que…
Pero, en los últimos días, algún que otro peleador egresado del famoso Kindergarten con sede en la Finca de los Monos, de pronto ha horrorizado a los que han idealizado a ese boxeo, a esos boxeadores, a esos trainers y a esos métodos como lo “más grande”.
Sencillamente, la escuela que creó para provecho personal de propaganda ante el propio tirano el ex púgil profesional y trainer de la selección castrista, Enrique Garmuri, fallecido hace algunos años en La Habana, de pronto, entre profesionales, con dos o tres de los que dicen ser “sus alumnos más adelantados”, se encuentra en entredicho por dudosa credibilidad de baja nota en exámenes de mediana dificultad, con la frustración rampante de los que necesitaban “ver para creer”, con más intolerancia política bajo el falso manto del amor a Cuba que lo puramente deportivo.
Anoche le regalaron la pelea estelar de ESPN 2, Viernes de Boxeo, a Erislandi Lara, que casi todos los llegados aquí de la Isla en balsas durante y después de Guantánamo, han sugerido que le ganaba a Maravilla y, el Nuevo Herald, que “dominaría las 154 libras”. Para pensar así, o se es un correligionario absoluto del castrismo; un perfecto idiota en asuntos de boxeo o ambas cosas juntas.
Lara es un boxeador temperamental que solo tiene para el pugilismo profesional el estilo de su guardia, que puede engañar y hacer que cualquiera crea que se está ante un buen boxeador: ni pega, ni se recupera ante la oposición que le complique el pleito, ni tiene trainer ni seconds capacitados, como quiera que se llamen.
Hace un tiempo, cuando sus manejadores y Luis de Cubas creyeron que debió noquear a un paquete que le aguantó de pie hasta el límite, no subieron a felicitarlo por la decisión, lo dejaron solo en señal de descontento. Esto de anoche fue peor, porque Molina llevaba un año y 9 meses inactivo, le salió para arriba, le ganó la pelea y favorecieron al oriental con unas indebidas tablas, solo dignas de lo que se puede hacer bajo arreglos en la Capital del Vicio del Juego.
Lara tal vez gane una faja, en esta vida cualquier cosa se arregla, pero no trascenderá más allá de un mediocre campeón que llegó inmerecidamente, si es que llega.
Ahora se sabe que Yuriorquis Gamboa no estuvo en el 2do. pesaje, obligatorio para la FIB, con miras a su pelea de esta noche en Atlantic City, por lo que fue despojado de su faja, que queda vacante desde hoy, por lo que, la pelea de esta noche contra Jorge Solís, será por el cinturón del AMB, que no exige una revisión del peso y, posiblemente, sugiere que el cubano quiere no arriesgar y enfrentar a Solís con más libras.
Gamboa debe tener cuidado con este peleador, que fue noqueado por Pacquiao en el 2007; pero que tiene 40 ganadas. Si no boxea con la frialdad del profesional, con las manos arriba y calculándolo todo, “el perro se le puede meter en el tabaco”, ya veremos luego si termina la pelea como un ganador convincente, o como el vengador estúpido que arriesgó tanto, como Manolete, que entregó la vida.
Miami, FL., USA
03/27/2011
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