martes, 15 de marzo de 2011

SI SOLIS GANA, PUDIERA REACTIVARSE EL INTERES POR LAS PELEAS DE ESTA DIVISION


SOLIS, UNICA ESPERANZA DE LA DIVISION DE PESO COMPLETO
Por Andrés Pascual

La etapa de Larry Holmes como campeón mundial de peso completo no fue del colorido de épocas anteriores, porque la fanaticada no lo consideraba un exponente de brillo de la división: nunca le perdonaron que masacrara a Alí cuando este se encontraba al borde de su enfermedad (de lo que tuvieron la culpa algunos que, mejor, ni repetirlo); a pesar de su extraordinario jab, su estilo no gustaba y no se le veía como a alguien capaz de representar con dignidad un peso considerado como el más interesante y poderoso del boxeo.

La llegada de Mike Tyson emocionó y la división se recuperó del knockdown, pero el tipo ni supo ni pudo hacer la historia que se auguró: mitad y mitad en niveles de grandeza…Holyfield fue bueno, pero, sin el carisma de Joe Louis para rescatarla de la mediocridad que genera poco aliciente a su precaria necesidad de audiencia.

Entonces llegó Lennoxx Lewis a desequilibrar la confrontación, a establecer patrones de rechazo superiores a los de los primeros años de la década de los 30’s, porque, comenzaron a titularse hombres que se imponían por su exagerado biotipo más que por su clase, verdaderos especímenes del mal boxeo; o, por lo menos, de estilo feo, pero que no se les podía ganar, porque ningún boxeador normal les llegaba al rostro con el jab.

En boxeo, América es una cosa y el resto del mundo otra: estilismo, esgrima, elegancia, belleza en los pasillos y defensa combinada con la ofensiva, capaz de producir el axioma de “el arte-ciencia de dar y que no te den” es el Nuevo Continente, especialmente, los Estados Unidos y el negro americano. El boxeo hispano ha sido un fiel seguidor del estilo americano, con resultados brillantes, desde sus inicios. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el negro estadounidense se alejó del boxeo, tal vez porque, digan lo que digan, mejoró el índice de sus posibilidades de vida en otros áreas menos dolorosas y en deportes de menos riesgo.

No obstante, la división pesada es la que menos fatalidades cuenta sobre el ring y la que menos afectados por secuelas de la violencia de los golpes tiene y eso dice algo en cuanto a que, realmente, a pesar de que se ha seguido por el poder de la pegada, no ha sido la que más fuerza ha desarrollado en sus impactos: son hombres grandes, capaces de asimilar de pie el 70 % de los power-punchs, pero pegar, lo que se dice liquidar de un golpe o knockout-punch, eso no ha estado, con la frecuencia que se ha pregonado, en la división completa, nunca.

El desinterés por las peleas de peso completo es tal que, el combate entre Odlanier Solís y el ucraniano Vitali Klitschko, no solo es en Alemania, sino que no tendrá televisión ni modesta para Estados Unidos. Los magnates no creen que se pueda vender con números ni regulares este enfrentamiento titular.

Los Klitschkos no gustan por su estilo feo, parados, de buen jab y resistentes, pero incapaces de mostrar sobre el ring lo que, en toda América, hace al boxeo un espectáculo elegante, de cirugía casi.

Solís, un cubano al que todavía le arrastran las cadenas perniciosas de sus títulos amateurs que, a estas alturas, son inservibles más allá del show de colección o memorabilia, mantiene rezagos del amateurismo, pero, con mas cercanía al estilo americano que los dos soviéticos en algunas aspectos.

El antillano tiene un antecedente de lo que pueda hacer contra Vitali Klitschko el próximo sábado: Teófilo Stevenson, la réplica amateur de estos boxeadores, con buen jab, con buena pegada y, como ellos, una palma real sin cintura en el ring, nunca pudo dominar a los peleadores de menos estatura que, con decisión, le atacaron, le rompieron la guardia, le entraron al infight y lo noquearon…Igor Visotski y Francesco Damián se dieron banquete con el abusador de Oriente y, Angel Milián, le ganó y lo despojaron; así como el recientemente fallecido Gregg Page que, a lo Alí, lo ridiculizó y también fue robado.

Odlanier Solís puede ganar contra Klitschko si repite las dosis que le suministraron a Stevenson oportunamente. Si mantiene el aire necesario y si no hay equivocaciones en una esquina que no es de alto nivel profesional como Dundee, Stewart o Nacho; además, si triunfa, puede darle brillo a una división para lo que no fue un buen ejemplo John Ruiz ni, mucho menos, Cris Arreola.

El sábado se puede iniciar el camino a la recuperación del peso completo, o se sigue hundiendo hasta que nadie pague un centavo por una pelea que, menos que boxeo, es cualquier cosa.

Miami, FL., USA
03/14/2011

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