sábado, 31 de julio de 2010

EMILIO "FARO" SALGADO QUESADA


EL DESCONOCIMIENTO ES ABSOLUTO EN LA CRONICA DEPORTIVA DE CASTRO
Por Andrés Pascual

¿A qué condujo la desaparición por decreto dictatorial de la pelota profesional en Cuba; si no a la más absoluta orfandad del reconocimiento de la memoria histórica legítima en los tiempos que corren?

Y no hablo del béisbol castrocomunista, jugado en la isla desde 1962 y alejándose anualmente de la clase histórica criolla de tal forma que hoy no es “critico” su estado; sino hazmerreír internacional, que es otra cosa.

Con aquella medida abandono a Cuba la dictadura como el estandarte que era en la Confederación de Países del Béisbol Profesional del Caribe, organismo que relaciona entre si a las naciones reconocidas miembros y los proyecta como una supuesta, (mentira moderna desde hace mas de 15 años), unidad monolítica de intercambio de mutuo beneficio con el Béisbol Organizado que se copio de las exitosas relaciones de Cuba con la pelota americana y se logro también como proyecto, durante 12 años, con participación de la mayor de Las Antillas en su única y real era de grandeza y esplendor como miembro.

Con el béisbol profesional se perdió la participación de la prensa cubana del sector en el organismo regional también, la mejor y más completa del área: ni país, ni béisbol, ni prensa…

Entonces también la pelota cubana, su historia de influyente poderío, se encuentra a merced de lobos emborronadores de cuartillas no cubanos que se dedican a omitir y descalificar la autentica superioridad del juego criollo durante el periodo pre-1960.

¿No hay prensa cubana en la Confederación? No hay voto para el rosario de entidades tipo Salón de la Fama, coordinados algunos con empresas de consumo americanas, que beneficie y coloque en su justo lugar al venerable jugador isleño; entonces tampoco hay opiniones que contribuyan a la forma de como hacer estos nuevos recintos mas nobles, más justos y verdaderos exponentes de la gran huella histórica significativa de la pelota en el área; a fin de cuentas todo confluye con anuencia, apoyo y evidente indiscreción de la tiranía antillana que, ya se puede decir, liquidaron el ex pasatiempo nacional en contubernio con la dirigencia de la Confederación y hasta de cubanos relacionados con el Béisbol Organizado que, arteramente, se prestan al rejuego en contra de la Cuba histórica para beneficio de otros países como República Dominicana

Pero una prensa de la Cuba de hoy, representando a los libelos de la tiranía, sería el peor remedio que pudiera aplicársele a una enfermedad que requiere desmontar absolutamente el imperio político-ideológico que asola al país; porque no habría ningún tipo de soberanía ni de voluntad individual para hacer las cosas en bien del béisbol en el organismo; sencillamente, estarían a merced y a favor del viento impuesto desde el Buro Político del CC del Partido, bien como amanuenses hastiados; o como militantes rancios que apoyan semejante crimen de lesa humanidad para los que el béisbol nacional, como todo el país, es una creación del dictador y así se le inocula a sus generaciones que llegan aquí y, con facilidad que ofende, consideran “todos los tiempos” en el juego a partir de 1962.

Desconocer el único estado de gloria y grandeza de la pelota cubana; es decir, el pasado, evitarlo, esconderlo, desparecerlo del manejo diario de la jerga de sus generaciones que no pueden evitar, ante el ridículo de los tiempos actuales, que el fantasma del ayer se haga presente como fiscal soberbio contra los únicos responsables de la tragedia de la pelota y de la nacionalidad.

Entre los cuatro jugadores negros que representaron a Cuba por primera vez en el periodo 1939-43, tres de ellos procedían de Pinar del Río y fueron los primeros pinareños en integrar un team Cuba. Jugaban en el poderoso circuito Inter Fuerzas Armadas: el artemiseño Pedro “Charolito” Orta, el guanero Rafael “Villa” Cabrera y el residente en la propia ciudad capital provincial, Catalino Ramos, el cuarto jugador sepia fue Carlos Colas.

El primer jugador pinareño en vestir el traje de la selección cubana en nivel juvenil fue el inicialista sancristobaleño Cayetano Páez\ durante la Primera Serie Mundial de la categoría, en Méjico-1956.

En estos días Osvaldo Rojas Garay, del libelo Juventud Rebelde, escribió sobre Emilio Salgado Quesada, “Faro” para quienes lo tratamos, en relación con un torneo que llevara su nombre en Los Palacios; pero se le olvidaron cosas importantes: con solo 14 años reforzó al San Cristóbal a la Serie Nacional Juvenil que se efectuó ese año en Las Villas; que integro un equipo Cuba juvenil contra un similar canadiense en 1964 y 1965, al lado de los dos Capiró, Oscar Romero, Laffita…y que a su cadáver le robaron la cabeza con propósitos de santería después de sepultado. Salgado fue uno de los mejores tres pitchers de Cuba en el periodo 1968-72, cuando el tumor cerebral que le llevó a la tumba, tres años después, le obligó a dejar el juego.

La mala idea político-ideológica mezclada con conocimiento insuficiente fue presentar a Faro como “el primer pitcher pinareño que integro un equipo Cuba después de las Series Nacionales”, hecho indudablemente para ahondar mas en el divorcio entre “los pichones” de hoy y la identidad cultural nacional, a través de la proscripción total de nombres del ayer.

Porque, el primer vueltabajero que integró un equipo Cuba como pitcher, fue el consolareño Virgilio “Roque” Contreras en 1950, a los Centroamericanos de Ciudad Guatemala, selección que integraron también Edmundo Amorós y Ángel Scull en la cual el serpentinero ganó un juego.

Contreras se hizo profesional y jugo varios anos en Ligas Menores y en el “champion cubano” hasta su traslado a la Mejicana, donde se retiró. Falleció hace algunos años en Monterrey.

¿Qué le hubiera costado decir lo anterior al plumífero? Aparentemente, nada o todo y puesto en función del cristal a través del cual se vea; o se imponga…

Miami, FL., USA
07/31/2010

1 comentario:

  1. mi nombre es Virgilo Contreras Rdz, es obvio que me gusto mucho el comenterio, Rocky" como le decian aqui en Monterrey, es mi papa, no hay duda que la mejor herencia que la familia le pude dar a la familia es lo recto que tiene el apellido, y de todo la realidad que hay la sociedad. gracias..

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