¡HILLARY NO, PARA QUE LO VEA OBAMA!
Por Andrés Pascual
Oliver Stone tiene cara de de lo que es: un alcohólico y drogadicto; ojos achinados no por ancestro; sino por el embotamiento natural del borracho.
Ahora tiene en línea un documental al estilo Michael Moore sobre el socialismo del siglo XXI, mejor dicho, es un material trabajado en edición con las “acusaciones reaccionarias” contra Hugo Chávez y el resto del bolivarianismo contra respuestas francas, afables, humanas y, allá va eso, inteligentes, con el que pretende presentar la realidad de los “grandes próceres por la libertad y el bienestar del continente” que son este grupo de filibusteros ridículos y peligrosos.
Yo no sé cómo Stone puede trabajar en este país con un record tan sucio. Dicen que por un DUI o condena por manejar bajo influencia de drogas y/o alcohol, a un inmigrante legal no le dan la residencia; pero el cineasta, que ha de tener más de 30 ingresos por este delito, “sigue y sigue y sigue…como el conejo del comercial”, en realidad en Estados Unidos hay muchas más cosas que revisar que la Ley de Arizona y, como esta, de vida o muerte.
Ese documental fue hecho, dice el director de Wall Street la película, para presentar la verdadera esencia de Chávez contra la malformada por la prensa reaccionaria y quiere que lo vea Obama; Hillary no, que se fue de algunos países sudamericanos que visitó en medio de problemas que ella misma creó. Stone como que sugiere que existe una división en la administración actual entre buenos, Obama; y malos, Hillary y quizás algunos más.
Cuando un ultra antiamericano como Stone sea capaz de percibir a Hillary Clinton en un bando de poca confianza para su propaganda político-ideológica ante la de Barack Obama, la imagen del presidente emerge como el peligro supremo absoluto para esta nación.
Entre Hillary y Obama no hay diferencias; pero el presidente aparenta ser más extremista como liberal posiblemente y es musulmán y todo lo que hace es antiamericano y todas las promesas han resultado un fiasco para cazar bobos: la lucha contra el terrorismo perdió toda su importancia en la nueva estrategia de su administración y el slogan de ahora es “la preocupación por la crisis económica y por el calentamiento global”
Las medidas tomadas contra el terrorismo musulmán han contribuido a abrirle espacios de acción amplios a estas organizaciones y han debilitado la seguridad nacional; en lo económico nadie puede decir donde estará la seguridad de la población americana con el despilfarro multimillonario a mediano plazo, si se tiene en cuenta que el contribuyente está costeando hasta condones para homosexuales y enfermos de SIDA en Afganistán y Pakistán; o la protección de un ave exótica en África.
El reciente contrapunteo del presidente y el ex Jefe de Operaciones de la guerra en Afganistán demostraron que la pérdida del respeto hacia Obama crece peligrosamente fuera del marco popular o político-civil y ya invade el campo militar.
Entonces, ¿Qué queda del votante irresponsable que llevó a la primera magistratura a un intruso sin experiencia legislativa y de amplio sentimiento antiamericano con formación académica incluso?
Queda el recurso de la propaganda de delincuentes como Oliver Stone a través de un documental que pretende poner un “numero bueno” para el comunismo del patio sobre una jugada que, ni saliendo en el sorteo nocturno, puede pagar; tal vez la corrupta y decadente Academia hasta lo premie, eso no lo puede dudar nadie, que no por gusto existen Benicio del Toro y Sean Penn; sin embargo, parece que lo del alcohol y la droga de Stone está tan grave que no se ha dado cuenta de que Obama, ahora mismo, apesta a cadáver político.
Miami, FL., USA
06/26/2010
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