EL JOKER
Por: Elsa M. Rodríguez

En los juegos de cartas o barajas existe una figura conocida como el Joker o el Comodín, que sirve para resolver situaciones apretadas a la hora de ganar una partida.

En Cuba, el Joker es Raúl Castro, quien tiene que salir y con un discurso vacío y lleno de calificativos ofensivos para el pueblo cubano, trata de convencer no se sabe a quien, de que el gobierno cubano es un gobierno sólido y que tiene el apoyo del pueblo de esa isla.

Ya no puede engañar a nadie, ya hasta los comunistas más famosos del mundo que hasta ayer le apoyaban le están dando la espalda, y no creamos que es porque los comunistas han dejado de serlo, es que ellos como buenos alumnos seguidores de la doctrina de Marx y Lenin, saben que hay que explotar el recurso que tengan a mano para esconder sus verdaderas intenciones y siempre culpar antes de ser culpados.

Hoy hay mucha gente que dice que el sistema totalitario con el que se gobierna a la población cubana es fascista. Como los comunistas serán de todo, menos estúpidos, ya han visto los cielos abiertos, para atacar la dictadura cubana, ya que si es fascista, a ellos como buenos comunistas no se les podrá culpar de nada.

Y mientras tanto, el Joker cubano sigue empecinado en culpar a su eterno enemigo, los Estados Unidos y ahora también a la derecha española. No, hermanísimo Castro, no es la "derechona" quien está contra ustedes, son sus antiguos amiguitos, los rojos progresistas del mundo que van con los tiempos modernos y salvaguardan su doctrina acusándole a usted de fascista. Con un "Comodín" como usted verdaderamente la partida la tienen perdida aunque usted crea que tiene todos los ases en la mano.

Se trata simplemente de que los demócratas del mundo sepamos esperar porque si bien es cierto que como estudian los cubanos cuando en las escuelas tienen que aprenderse de memoria el curso de Economía Política, que cada sistema lleva el gérmen de su propia destrucción dentro de sí, no queda la menor duda de que el gérmen que destruirá la dictadura castrista ya está comenzando a dar señales de vida, aunque paradógicamente sea a través de la muerte de un mártir como Orlando Zapata, y de unas mujeres que desfilan calladamente por las calles de La Habana. Ellos tienen las de ganar porque tienen paciencia y con su triunfo conseguirán algo muy querido, la libertad.

Hialeah, FL., USA
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