STEVENSON CADUCA JUNTO A LA REVOLUCION
Autor: Juan Carlos León
Desde niño solía ver las peleas de Teófilo Stevenson, el mejor boxeador amateur del mundo en su época. Un oriental de la raza negra y fuerte constitución física, demoledorapegada y gran estatura. Ver sus fotos en la prensa local de Miami me hizo recordar aquellos tiempos cuando no me perdía –por nada del mundo- los combates del campeón olímpico y mundial cubano.
Stevenson rechazó varias ofertas millonarias para pasar al profesionalismo norteamericano. La pelea con Mohamed Alí nunca se concretó, la cuál hubiera sido el espectáculo taquillero del siglo. Según él, su pueblo, comandante y bandera valían más que todo el dinero del mundo. Verlo en esas condiciones paupérrimas hoy nos demuestra que todo lo que la revolución formó está en período de extinción.
Un hombre de su edad no es para que se vea tan avejentado, pero el alcohol y la mala vida lo hacen lucir 10 o 15 años mayor. Supuestamente Stevenson tiene fama de ser muy violento y celoso, sin embargo el gobierno cubano ha tratado de cubrir en varias ocasiones los escándalos del multicampeón por ser un ícono del deporte revolucionario. Lo cierto es que entre penas y glorias transcurre su vida en un modesto apartamento habanero.
En días pasados se rumoró que Stevenson estaba ingresado en un hospital de la Habana con problemas en su hígado. Esta noticia provocó un gran revuelo en la prensa mundial. Periodistas internacionales radicados en Cuba se apresuraron en busca del tricampeón olímpico, pero el pugilista rechazó dichos rumores. No cabe duda que el alcohol y los años han hecho estragos en este hombre con puños de hierro, algo que muy pocos boxeadores de su tiempo pudieron hacerle dentro del ring.
Tanto Stevenson como la revolución cubana han caducado a la par. Ambos vieron sus mejores años quedar en el pasado. Ahora solo les queda vivir del recuerdo y lamentar lo que no pudieron lograr. Esto les sucede a aquellos deportistas de la isla que prefieren sacrificarlo todo por un sistema totalitario y asesino que no lo merita. Ojalá los nuevos prospectos abran sus ojos y no se dejen confundir a la hora de determinar su futuro.
Miami, FL., USA
02/07/2012