CAMBIA CHAVEZ DE TRITURADOR A DIALOGANTE
Por Alberto Muller
Definitivamente el presidente Hugo Chávez sigue siendo errático en la conducción de la gobernabilidad en Venezuela. Su autoritarismo -que le sale por todos los poros de su piel a cualquier hora del día- intentó en su irrespetuoso discurso de siete horas para exponer ante el Parlamento y la Nación los logros de su gestión gubernamental, aparecer como moderado y dialogante ante la oposición.
Pero resulta que unas horas antes Chávez había dicho que a la oposición había que ‘triturarla’ y los funcionarios de su gobierno habían censurado la novela satírica del perro Huguito.
Los diputados opositores que regresaron al parlamento, después de cinco años de ausencia, se preguntaron asombrados: ¿cómo es que en su mensaje a la Nación, el presidente Chávez no mencionó el tema neurálgico de los alimentos podridos de Pedeval; el descalabro productivo de Pedevesa, cuya producción petrolera ha descendido en más de un 20 por ciento; la inseguridad generalizada en el país; la corrupción en el oficialismo, con el enriquecimiento escandaloso de las principales figuras del gobierno; el monto billonario que Chávez ha enviado en regalías al exterior -Cuba, Bolivia, Nicaragua- mientras en el país no se construyen viviendas ni se estimula la producción agrícola ni de servicios; y lo más injusto y sensible, los diversos casos de presos políticos en el país.
El presidente comentó sobre la controvertida Ley Habilitante que le da poderes casi dictatoriales por 18 meses, y anunció su disposición a renunciar a esos poderes especiales el primero de mayo. Esos poderes fueron otorgados, casi como una burla ante la nueva Asamblea que tomaba posesión a principios del mes de enero.
Pero es alentador, que el presidente Chávez se modere ante la nación y el pueblo venezolano. Sabemos que lo hace porque las encuestas le indican que por esta vía de radicalidad a la cubana-castrista, perdería las elecciones presidenciales del 2012 por más de 10 puntos porcentuales.
Eso sí, la Mesa de la Uni dad ante el diálogo que plantea el presidente, debe exigir la inmediata libertad de todos los presos políticos, el cese de las regalías millonarias al exterior, el respeto irrestricto a la libertad de prensa, la aprobación de la ley de armas para comenzar un verdadero combate contra la inseguridad que impera en el país y una investigación pública y a fondo del escándalo de los alimentos podridos.
Veremos muy pronto si Chávez ha abandonado realmente sus instintos trituradores y entiende el alcance y la naturaleza democrática del diálogo nacional.
Miami, FL., USA
01/19/2011
