LAS DEBILIDADES DEL HEAT
Autor: Juan Carlos León
Es muy temprano para juzgar, pero de la manera que está jugando el Heat de Miami no serán campeones ni siquiera en la Conferencia Este de la NBA. Para derrotar a equipos como los Celtics de Boston, el Magic de Orlando y los Lakers de Los Ángeles necesitan “urgente” algo más que sus tres superestrellas (Dwyane Wade, LeBron James y Chris Bosh).
Según se ha podido observar en este inicio de temporada el quinteto de la Capital del Sol tiene grandes problemas en la pintura. Desde que Shaquille O’Neal abandonó nuestra ciudad nunca más hemos tenido un hombre grande y corpulento debajo del aro que se encargue de coger los rebotes, bloquear al contrario y de esta forma fortalecer la defensa.
Hasta ahora el mejorcito en esa posición ha sido Zydrunas Ilgauskas, pero ni Joel Anthony ni Jamaal Magloire han dado la talla. Con la pérdida de Udonis Haslem –líder reboteador- debido a una lesión en una de sus piernas la situación se torna aún más difícil. La contratación a última hora del centro Erick Dampier puede convertirse en una de las posibles soluciones.
Otra de las posiciones donde se aprecia una clara desventaja con respecto a los conjuntos contendientes al título es en la de armador. El boricua Carlos Arroyo ha hecho lo que ha podido, al igual que los jugadores suplentes Eddy House y Mario Chalmers, pero sus actuaciones no han sido lo que se esperaba.
Si realmente aspiramos a ganar varios campeonatos tenemos que tratar de adquirir a verdaderos artífices con el balón en las manos a la hora de organizar y distribuir el juego, como lo hacen Chris Paul, Rajon Rondo y Deron Williams. Para ganarle a los mejores hay que jugar como lo hacen ellos o mejor aún.
Erik Spoelstra debe tener el corazón en la boca, ya que sus días pudieran estar contados. Supuestamente él es un técnico muy estudioso a la hora de analizar los videos de sus adversarios y aplicar la táctica correcta para alcanzar la victoria. Al parecer su teoría ha estado muy lejos de la realidad y los resultados en el tabloncillo han sido extremadamente decepcionantes para los fanáticos locales.
Todavía estamos a tiempo para enmendar las debilidades del Heat. Con miras a la post temporada tenemos que ir pensando desde ahora en posibles cambios y nuevas adquisiciones que nos puedan convertir en una selección más ganadora y competitiva. No podemos pretender que “los tres reyes” hagan todo el trabajo ni que jueguen los 48minutos en cada partido. El basquetbol es un deporte colectivo y cada uno de los jugadores debe poner su granito de arena, tanto los titulares como los de cambio.
Esperamos que Pat Riley haga una de las movidas a las que nos tiene acostumbrados por el futuro de la franquicia y el bienestar de los fans del Heat. No se asombren si pronto lo ven en el banco tomando el timón de este barco que parece hundirse en el profundo mar. Ya veremos qué pasa…
Miami, FL., USA
11/25/2010
