jueves, 5 de julio de 2012

MARK ZUCKERBURG



GRATIFICACION INSTANTANEA
Por Juan Carlos León
 
La gratificación instantánea es un mal que se ha arraigado en la sociedad norteamericana y data desde los años 90. La mayoría de la gente, especialmente la juventud, quiere resultados inmediatos, pero muy pocos están dispuestos a poner el trabajo y esfuerzos que se necesitan para lograr el éxito deseado.

Muchos inmigrantes llegan a los Estados Unidos en busca del Sueño Americano, sin embargo, al chocar con la cruda realidad se dan cuenta que lo que se imaginaron en sus países de origen, o lo que le contaron no tiene nada que ver con el modo de vida de la nación más rica del mundo.

No es menos cierto que en este gran país se pueden lograr cosas impensables para cualquier ser humano, pero los resultados no se obtienen de la noche a la mañana, ni existe una varita mágica para materializar los sueños. En la mayoría de los casos, el camino hacia la realización de nuestras metas toma muchos años y muchos se rajan antes de tiempo.

Hay personas que se frustran y maldicen el día y la hora que decidieron probar suerte en tierra extranjera, y hay, incluso, quienes se regresan por donde mismo vinieron, ya que nunca llegan a adaptarse a su nuevo estilo de vida. No todos están dispuestos a trabajar duro por el resto de sus vidas y ver como su dinero se les va en rentas, comida, ropa, zapato e impuestos.

Para nadie es un secreto que trabajando nadie se hace rico pero, aun así, la gente no deja de hacerlo engordando cada vez más las arcas de sus empleadores. Muchos han encontrado la solución a sus problemas económicos apoyándose en el internet, y cada día son más las personas que trabajan desde la comodidad de sus hogares.

Son muy pocos los que se benefician de la gratificación instantánea, ya que para ello se necesitan dones especiales o una suerte loca, que no a todo el mundo le toca. Por ejemplo, LeBron James firmó un contrato por 100 millones de dólares con la Nike cuando llegó a la NBA a los 18 años de edad. Otro que coronó fue el creador de Facebook Mark Zuckerburg quien amasa hoy una fortuna de casi $20 mil millones.

La gratificación instantánea ha estado más bien reservada para los agraciados en la lotería, actores, deportistas, músicos, cantantes, entre otros, pero la inmensa mayoría de los seres humanos tenemos que trabajar muy duro por el pan nuestro de cada día, sin garantías de hacernos ricos en algún momento de nuestras vidas. Lo importante es no perder la esperanza, ser pacientes y perseverar en aquello que deseamos alcanzar.
 
Miami, FL., USA
07/05/2012