lunes, 9 de mayo de 2011

EL ACTIVISTA MUERTO POR GOLPIZA CASTRISTA JUAN WILFREDO SOTO GARCIA


MUERE ACTIVISTA POR GOLPIZA EN SANTA CLARA
Por Alberto Muller

El activista Juan Wilfredo Soto García, de 46 años, murió esta madrugada en Santa Clara víctima de un paro respiratorio, provocado por una brutal golpiza que recibió el jueves, denunciaron fuentes de la disidencia.

Soto García había sido ingresado en el Hospital Arnaldo Milián Castro, informó la opositora Martha Beatriz Roque a través de la plataforma ‘Háblalo sin miedo’.

El periodista Guillermo Fariñas relató a DIARIO DE CUBA que Juan Wilfredo Soto García, conocido en la ciudad con el apodo de “El estudiante”, estaba sentado en el Parque Vidal cuando fue detenido por la Policía.

‘Querían que se fuera del parque, y lo obligaron por la fuerza. Empezaron a golpearlo y de ahí hubo que llevarlo al hospital’, señaló Fariñas.

El fallecido padecía de insuficiencia cardíaca y renal, hipertensión, diabetes, gota y de otras enfermedades. En el hospital le dieron el alta prematuramente, pero luego tuvo que ser ingresado nuevamente, esta vez en terapia intensiva. Murió a las 12:30 de esta madrugada (hora local).

La versión oficial de los médicos atribuye el deceso a una ‘pancreatitis’. Sin embargo, una sobrina constató marcas de golpes en la región de los riñones y lo informó en el hospital, pero los médicos desestimaron tal posibilidad, apuntó a DIARIO DE CUBA la opositora Idania Yánez Contreras.

‘Su familia está consciente de que murió por los golpes, y además hay testigos de los tonfazos que le dieron’, apuntó.
La familia sólo pudo ver el cadáver una vez finalizada la autopsia.

Una treintena de opositores le acompañaron en la funeraria de Santa Clara. Varios carros policiales y efectivos de la Seguridad del Estado rodearon el lugar.

Según Fariñas, después de darle ‘cristiana sepultura’, el movimiento disidente decidirá qué hacer para denunciar la muerte del activista.

“No puede haber impunidad”, afirmó el periodista, y responsabilizó al general Raúl Castro de la muerte de Juan Wilfredo Soto García.

‘Esta situación viene dada por las palabras de Raúl Castro en el VI Congreso del PCC, incitando las golpizas paramilitares para defender las calles de la revolución’, señaló Fariñas.

Juan Wilfredo Soto García fue condenado por primera vez a los 17 años, cuando aún era alumno de preuniversitario, por daño a la propiedad, posteriormente el régimen lo envió dos veces más a prisión por el delito de ‘propaganda enemiga’.

Durante los últimos años se había dedicado a trabajar junto a la Coalición Central Opositora.

Le sobreviven dos hijos de 20 y 14 años de edad.

Miami, FL., USA
05/09/2011

EL FIN DE LOS HERMANOS CASTRO ESTA CERCA


UN PENSAMIENTO BURLADO Y ABANDONADO POR EEUU
José L. Martel


El pensamiento Amelia, es una virtud que todos poseemos y muchas veces no utilizamos de forma positiva. Es duro pensar que los cubanos todos estamos marcados por el destino de vivir bajo dictaduras desde 1952. Algunos perdieron la memoria y otro por conveniencia no quiere admitir que el golpe de estado del 10 marzo marcó la desgracia continuada de ser sometidos a un solo hombre. Fulgencio Batista primero y el más desgraciado de todos, Fidel Castro.

Tuvimos desarrollo económico y social en Cuba durante el gobierno de la dictadura militar de "El Hombre" pero tuvimos represión, absolutismo y mucha sangre joven cubana corrió. EE.UU. como gendarme de Cuba desde 1902 apoyó al general y más tarde le negó cooperación y apoyo. Cuba creció en convulsión y un acentuado rechazo a la falta de constitucionalidad del país.

El triunfo del 1ro. de enero de 1959 se recibió con entusiasmo, felicidad y esperanza cuando una generación joven, clandestina y guerrillera se unía con esas promesas de hacer una mejor república e instaurar la Constitución de 1940. Todo resultó una farsa unida a un engaño traducido en una traición a los ideales de muchos de los que fuimos partícipes de ese proceso revolucionario. Reinstalar la democracia y fortalecer esa nueva república ha sido nuestro sueño siempre. Muchos se preguntan siempre del por qué Estados Unidos no ayudó al pueblo cubano a derrocar al gobierno dictatorial de Castro. Todos los gobiernos que habitaron en la Casa Blanca dijeron y mantuvieron viva las esperanzas de ayudar a liberar a Cuba y las conclusiones son las mismas de Castro eternizado en el poder. En eso, Amelia tiene mucha razón, "pensar no es un delito", condenados a vivir sin esperanzas y soluciones.

Sucesos y más hechos se produjeron en Cuba. Un exilio histórico, contemporáneo y nuevo es un conjunto de casi 2 millones de cubanos saliendo despavoridos de su tierra natal . Los primeros con esta esperanza de regreso pronto y ya después la conformidad de vivir exiliados y disgregados por los cinco continentes del planeta. Y algunos pensando que el Norte amigo sería la fuente de apoyo a nuestras ansias del regreso triunfante y pensando que la libertad llegaría teniendo un gran amigo a 90 millas del infierno castrista. Y vuelvo a darle la razón a Amelia "pensar no es un delito".

Cuantos fusilados, desaparecidos, mutilados y confinados a inmundas prisiones. Torturados, vejados y atormentados por la única causa de "pensar no es un delito" por la libertad. Separaciones familiares, suicidios y desesperación de vivir bajo circunstancias infrahumanas. Generaciones y generaciones practicando distintas formas de vivir y aplicando personalidades nunca soñadas. La malversación, robo, engaño, prostitución, delación y chantaje son las asignaturas impartidas a un pueblo desilusionado y cansado con una gran parte de su juventud que solo piensa en salir del país y alcanzar superación y vida. Otros que sí enfrentan a ese régimen con toda valentía sabiendo las consecuencias que se derivan de sus hechos.

Hubo un tiempo que muchos esperábamos que Washington, D.C., solidario con el pueblo cubano cumpliría alguna de sus promesas de liberar a Cuba. Todo ha sido una falsedad y como dije Amelia "pensar no es un delito". Dwight D. Eisenhower (R), John F. Kennedy (D), Lydon B. Johnson (D), Richard M. Nixon (R), Gerard R. Ford (R), James E. Carter (D), Ronald W. Reagan (R), George H. Bush (R), William J. Clinton (D), George W. Bush (R) y desde el 2009 Barack H. Obama (presente).

Cuba necesita una patria nueva sin errores pasados desde que se constituyo la república relativamente joven. Sin amos ni intervenciones de potencia alguna y con los verdaderos ideales de nuestros libertadores. La dictadura se derrumbará como todas y nueva gente vendrá, sobre todos jóvenes valientes que transformarán todo aquello y devolverán a Cuba un esplendor nuevo en un horizonte bello de verdadera libertad y democracia social.

Miami, Florida, USA.
joselmartel@yahoo.com

EDMUNDO GARCIA Y JUAN FORMELL


MIAMI NO SE PERDIO, ESTA CASI PERDIDA
Por Andrés Pascual

La ciudad no está sitiada; sino algo más que medio ocupada…se me ocurre pensar en aquel Napoleón, que le imponía tanto respeto a sus subalternos, que lo debe haber aplastado la desolación en Waterloo cuando concluyó que el mariscal Grouchy jamás violaría una orden suya; por tanto nunca sería el refuerzo necesario por su regreso al teatro de la contienda…mientras, Wellington se frotaba las manos.

El exilio ha concedido tanto terreno en los últimos 30 años que casi entrega la vida: el crecimiento de opositores en Cuba en niveles nada más que relativo, ha tenido por respuesta de la tiranía la introducción en gran escala de “sus ejércitos” propagandísticos, divisores y terroristas en la ciudad que es el punto neurálgico de la tragedia nacional.

¿Hay culpables? Por supuesto, propios y extraños; entre los primeros, los desleales y castrocomunistas que se encubrieron durante la apertura de lo que llaman el exilio histórico, cuyas cabezas visibles pueden ser Max Lesnik o Alfredo Durán, por citar solo dos de nadie sabe cuántos ya; o los que, hasta hoy, han apoyado el peor cáncer en la lucha contra Castro y a favor de la perforación del destierro: el Ajuste Cubano, vía que utilizaron y utilizan para introducir aquí a los Edmundo García, a los Alejando Armengol… que no debió ocurrir nunca; o, por lo menos, hubiera sido inteligente obligar a su eliminación desde, quizás, 25 años atrás. Hay otros nacidos o crecidos aquí y facturados por propia iniciativa como Jorge Más-Santos o Joe García.

El Ajuste Cubano es la autorización que se le ofrece a la tiranía para que coloque aquí a quienes quiera, incluso a los muchísimos inadaptados que reconocen, al enfrentar la realidad de las obligaciones y la responsabilidad del capitalismo, que no eran tan anticastristas como suponían; entonces todo les parece mal: la lucha anticastrista y sus líderes, la petición de restricciones o suspensiones de las ayudas a la dictadura, como los viajes y las remesas excesivas, para terminar siendo un elemento procastrista y antiamericano. Este estereotipo debe ser el 98 % de los emigrados considerados económicos durante los últimos 20 años. El Ajuste Cubano no es más que una Patente de Corso que le ofrecen los gobiernos americanos a Castro para que acabe con lo que quiera o con lo que le interese en su gestión criminal extramuros.

La proliferación de negocios de dudosa propiedad, en apariencias castrocomunistas, de la red minorista de servicios articulada con otra que funciona en Méjico y que va desde el tráfico humano y el tráfico de drogas hasta la trata de mujeres; el control desde La Habana de otra red de timadores oficial de profesionales capaces de defraudar a las agencias federales de ayudas médicas o de seguros y tarjetas de crédito en montos multimillonarios; el apoyo de la prensa grande como el Nuevo Herald o The Miami Herald y el mercado televisivo del canal, considerado de bajo presupuesto, Mega Tevé, con programas como “Esta noche tu night”, con Alexis Valdés, en función de representante en la ciudad de los artistas bajo el novísimo “cambio de un solo lado, nada de inter” y con la anuencia del propietario de esa telemisora para el que solo cuenta “el filón”, posible por el crecimiento del público natural de esos artistas, condimentado con que no conocen inglés ni les interesa aprenderlo y ayudados por una parte del exilio histórico, que se presta a crearles ratings, porque tampoco aprendieron ingles y, a veces, se justifican por su inapetencia patriótica con “ya estoy muy viejo o muy vieja”… Este es el resultado de la manipulación del Ajuste Cubano, hasta convertirlo en un relajo instrumentado a favor del castrismo.

Como extraños, los propios gobiernos americanos presionados por los artífices de la apertura: los hombres de negocios de ambos partidos que nunca incluyen en su agenda derechos humanos, libertad ni democracia cuando de la tiranía se trate.

El caso Obama es el mayor reto que enfrenta la lucha por la libertad de Cuba posiblemente en toda su historia; porque es de vida o muerte y estuvo sazonado durante casi una década por la administración Clinton y, siempre, por el cabildeo de los Andreas, los Rockefeller, los Soros… en resumen, posiblemente por el mayor grupo de interés en la salud política del castrocomunismo por razones hasta hoy no divulgadas; a pesar de lo que “reflexione” el tirano.

Tal vez sea por la participación del Imperio Mundial, ultrasecreto y omnipotente, Builderberger, en los asuntos cubanos, que nunca se explique por qué la dictadura ha durado tanto, ni las relaciones reales de los americanos con el castrcomunismo.

En la esquina del restaurant Versalles, un club llamado Aché es una provocación abierta al destierro; allí se presentan todos los músicos, además de en The Place, que forman parte de la embajada castrocomunista elucubrada por La Habana y en el Dpto. de Estado. Pero el club es propiedad de Felipe Vals, dueño del Versalles, en cuyo restaurant es mesero un sicario del G-2 de Castro llamado Uberto Mario Hernández.

Los colegios y las universidades de Estados Unidos se preparan para recibir un frente de comisarios políticos, especialistas en “lucha ideológica, agitación y terrorismo”, preferentemente dirigido a sus matrículas de origen hispano; todo preparado por el gobierno de Husseim Obama bajo el ropaje de intercambios académicos; serán legiones de graduados aquí con ideología castrocomunista, antiamericanista y en contra de la lucha por la libertad de nuestra patria.

¿Podría ocurrir que se pierda completamente Miami? ¿Por qué no? Ya esta medio perdida. Ahora, que las ideas emancipadoras no claudiquen, es otra cosa.

Hay que reconocer que los tiempos son tormentosos; que tenemos al gobierno americano en contra y, como entonan la Internacional los comunistas, codo con codo al lado de los criminales que someten a Cuba, si no se puede contener esta avanzada, no habrá espacio ni para la esperanza.

Miami, FL., USA
05/09/2011