¿QUIENES NO SON BIENVENIDOS EN CUBA?
Autor: Juan Carlos León
Constantemente vemos en el aeropuerto de Miami a cubanos que han ido a la isla a visitar a sus familiares, sin embargo, una vez que llegan allá les niegan el derecho de entrar a su tierra natal. En un abrir y cerrar de ojos estas personas ven como sus esfuerzos y ahorros de años de trabajo son echados por tierra.
Sandra, una amiga de Facebook, me contó que fue a Cuba a ver a su mamá. Cuando se encontraba en el aeropuerto de Camagüey esperando por su equipaje, un oficial de Inmigración llamado Alexander Basulto se le acercó y le pidió que lo acompañara a su oficina. Una vez allí, el agente le informó que ella no era “elegible” para entrar al país, ya que había abandonado el mismo de forma ilegal 4 años atrás.
Según el oficial Basulto, existe una ley migratoria cubana desde el año 1962 que les prohíbe a los cubanos –que han abandonado la isla ilegalmente- regresar. No obstante, el documento oficial que le entregaron a Sandra negándole la entrada a Cuba decía que dicha ley estaba vigente desde 1973.
En 1994 los gobiernos de Estados Unidos y Cuba firmaron un acuerdo migratorio. En dicho documento hay una cláusula que les niega la posibilidad a los cubanos -que emigraron de manera ilegal- retornar a su país de origen, aunque no se cumple a cabalidad. Lo que no acabamos de entender es por qué hay personas que son “elegibles” y otras no, aun habiendo abandonado la isla por la misma vía.
Como se puede apreciar, existen claras contradicciones en las leyes migratorias cubanas. Por un lado el oficial Basulto dice que la susodicha ley data desde 1962, la carta de “no elegibilidad”que le entregaron a Sandra ratifica que desde 1973 y la cláusula de los acuerdos migratorios fue firmada por ambas naciones en 1994. Vamos a necesitar al mago Mandrake para que nos ayude a descifrar este rompecabezas.
Cabe destacar el valor que tuvo Sandra que, aunque no pudo ver a su mamá por no ser bienvenida en Cuba, no regresó a Miami sin antes “cantarle las 40” –como decimos los cubanos- al oficial Basulto, un esbirro más al servicio de la tiranía castrista. Ojalá esta historia sirva para que otros sepan los riesgos que corren cuando visitan la isla. Recuerden que allá las leyes las hacen ellos y después nadie los puede defender ni representar, como sucede aquí.
Miami, FL., USA
10/24/2011
