FALSAS CONCESIONES
Autor: Juan Carlos León
En los últimos 50 años la Iglesia Católica cubana ha mantenido una postura neutral y pasiva con respecto a la disidencia interna. Muchos han sido los abusos y atropellos cometidos en la isla desde 1959, a los cuales la iglesia les ha volteado la espalda durante todo este tiempo que los tiranos Castro han estado en el poder.
Recientemente Raúl Castro sostuvo una reunión privada con la alta jerarquía católica. En dicho encuentro se debatieron varios temas de actualidad, incluyendo el de los presos políticos y la crítica situación de salud que presentan algunos de ellos. Al parecer Raúl está muy preocupado por la visita a Cuba del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti, quien debe llegar a la isla a mediados de junio.
Supuestamente como resultado de este intercambio se determinó trasladar hacia hospitales a los enfermos más afectados e, incluso, liberar una docena de estos prisioneros de conciencia. A escala mundial Cuba es uno de los países con mayor cantidad de presos políticos por habitantes. Se calcula que hay más de 200 cubanos cumpliendo largas condenas de prisión por estar en desacuerdo con el régimen imperante.
A raíz de la muerte de Orlando Zapata Tamayo la credibilidad de la revolución cubana sufrió un gran impacto negativo alrededor del mundo. Esto unido a las marchas de las Damas de Blanco y a la huelga de hambre del también opositor pacífico, Guillermo Fariñas, ha provocado un rechazo generalizado por parte de personalidades famosas que por muchos años creyeron en la autenticidad del gobierno de los hermanos Castro, como es el caso del escritor peruano Mario Vargas Llosa.
El tiempo nos ha dado la razón a los que hemos disentido de una de las dictaduras más largas y crueles en la historia de la humanidad. Las buenas nuevas que nos ha traído el Arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega no son más que falsas concesiones por parte del tirano menor. Ni Fariñas, ni las Damas de Blanco, ni el resto de la oposición interna deben bajar la guardia. El miedo está consumiendo por dentro a los esbirros castristas porque saben que tienen los días contados. No les demos tregua.
Miami, FL., USA
05/30/2010
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