LA TAPA DEL POMO
Por José P. Saragoza
De veras que en este gran Miami pasan cosas que de no ser tan serias y de gran importancia serian motivo de risa, ahora resulta a ser que nuestros flamantes comisionados quieren y es casi seguro que lo consigan aumentarse el sueldo, parece cosa de circo, ¿verdad? pero no lo es.
Como es posible que esos señores, con algunas excepciones planteen aumentarse el salario, ¿es que acaso no ven como está la economía no tan solo en unas de las ciudades más pobres de la Unión, sino en el país completo cuando los ciudadanos que los eligieron están o han perdido empleos, casas y un montón de cosas incluyendo matrimonios por los grandes problemas económicos que confrontan las familias en esta ciudad?
Que el salario de 5000 dólares que en verdad es bajo no resuelve nada, es verdad, ¿pero entonces para qué te postulaste a una posición que sabías que no era remunerable o era para tener oportunidades fraudulentas por debajo de la mesa como ha ocurrido con otros funcionarios públicos? Sres. comisionados, si tuvieran un poco de vergüenza jamás habrían hecho semejante proposición y mucho menos llevarla a votación. Renuncien, que Uds. no representan al pueblo en ningún sentido.
Jose P. Zaragoza
jzaragosa@yahoo.com
Y pensar que aquellas villa o pueblo adelantado era aquel Miami que conocí en septiembre 1955 cuando primera vez de paso para Nueva York donde iba a realizar un sueño desde niño, ver una Serie Mundial de Béisbol de Grandes Ligas. Aquel Miami de aeropuerto de mamposteria y madera, de un Hialeah selvático y de praderas llenas de vacas, un Downtown con Burdines y algunos Tent Cents de la F. W. Woolworth Co., Inc. iba a llegar a ser la capital del exilio cubano y que 90% de sus autoridades serían cubanoamericanos y americanos/cubanos. Y eso de que cuatro comisionados condales votaran en contra de un aumento y 8 a favor y una sola abstención. Como dice el tocayo Zaragosa: "¡Qé cosa la sublimidad de Miami y sus rarezas del nuevo siglo."
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