PALABRAS DESAFORTUNADAS
Por Fernando J. Milanés MD
Tradicionalmente los Presidentes participan en las campañas electorales, pero dejan las opiniones más controversiales a otros, con el objetivo de mantener el prestigio de un puesto que representa a todo el país.
En los últimos días, en el fragor político, nuestro presidente Obama declaró que si los republicanos decidían apoyar la agenda democrática lo tendrían que hacer en los “asientos de atrás” del coche, haciendo recordar la triste época donde los norteamericanos de raza negra eran forzados a ocupar los últimos asientos de los autobuses.
En una entrevista con Univisión, y con el deseo de estimular a los hispanos a votar, expresó que estos deberían ejercer este derecho para “castigar a sus enemigos”. Como miembro de la comunidad hispana, considero estas palabras ofensivas. Primero, demuestran una ignorancia de lo qué consiste nuestra población. Somos un grupo diverso, unidos en su mayoría por un idioma y geografía, pero sumamente heterogéneos étnica y culturalmente.
Procedemos de una variedad de países con experiencias disímiles y no constituimos una colectividad con un mismo pensamiento. Si algo nos une, es que una gran mayoría estamos en este gran país para poder ejercer nuestro derecho a discrepar, sin que opiniones opuestas al gobierno se interpreten por regímenes totalitarios como “enemigas al pueblo”.
No vote por el actual Presidente, y estoy en desacuerdo con la mayoría de sus actuaciones, pero no me considero su enemigo, y es más lo apoyo, porque su éxito también me beneficiaría. Sé que mis amigos de distinta ideología piensan igual y sabemos discrepar sin tener enemistad.
Indudablemente las palabras del Presidente Obama fueron desafortunadas.
Miami, FL., USA
10/28/2010
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