116-112, 118-110 Y 117-111 SIGNIFICA UNA SOBERANA PATEADURA PROPINADA POR MARQUEZ
Por Andrés Pascual
El sábado pasado se le dio respuesta a tres preguntas difíciles en el Mandalay Bay: ¿Podrá Juan Díaz ganarle a Juan Manuel Márquez? ¿En qué nivel de respuesta se encuentra el samurái venezolano Jorge Linares después que Juan Carlos Salgado le arrancara por nocao en el primer round el campeonato mundial supergallo el 10-10-2009 en Tokio? Y la tercera, que es un titular: “Casamayor concluyó su historia en starbouts con la derrota ante Robert Guerrero”
El Torito Díaz, que brindó una buena pelea con dominio a veces contra Juan Manuel Márquez en la anterior hasta que Dinamita obligo al nocao técnico en el 9no. no perdió como para dejar espacios abiertos a la coyuntura dudosa; sencillamente, lo apalearon: la decisión unánime que gano el sábado Márquez contra Díaz fue más dominante e impresionante, si cabe, que la anterior por intervención del referí.
Márquez controló el pleito con facilidad porque mantiene el 95 % de las condiciones del peleador al que Pacquiao no pudo superar; es decir, porque es muy superior al mejor Díaz que pudiera verse en un ring.
Jorge Linares, venezolano residente en Japón, es el tipo de boxeador que no le gusta al resto de fanáticos ajenos a la tierra de Pérez Jiménez: cuando perdió el 10 de octubre del año pasado contra el mejicano Juan Carlos Salgado su faja supergallo de la AMB, la derrota sirvió de justificación para sus detractores con el vicioso “…se los dije, yo sabía que es un paquete…” lo que puede considerarse como una soberana marfilada de apreciación; porque este es uno de los más finos peleadores del momento, ahora en una división más dura, la ligera.
Cuando Salgado noqueó a Linares, luego de tumbarlo dos veces en el primer episodio, se puede decir con total responsabilidad que lo único que se evidencio en Tokio esa noche fue el tan traído y llevado “día malo del boxeador”, no por otra cosa perdió su campeonato aquel día el peleador que trata de recomponer una carrera que, hasta el día que lo vencieron por primera y única vez, solo arrancaba elogios de los expertos.
¿Qué podría hacer Rocky Juárez ante el venezolano? Muy poco, porque Linares demostró otra vez que está en control de su clase como “cute boxer”, que es ese elegante y calculador que puede deslucir solo con movimientos al contrario. La victoria a diez rounds con dominio absoluto por otro de esos títulos del rosario inservible del AMB, coloca otra vez a Jorge Linares en ruta a las peleas grandes, con mucho dinero.
Joel Casamayor no sólo es lo mejor de Cuba después del retiro de Mantequilla Nápoles; o de todos los que han llegado últimamente; sino que es uno de los grandes peleadores cubanos de todos los tiempos y evidente material de Salón de la Fama que enfrentó lo mejor disponible en el mercado en las divisiones en que se desplazo; algunos de los cuales también un día estarán en Canastota acompañándole en la inmortalidad pugilística; pero ya no puede desplazarse como antes; sencillamente, Robert Guerrero, que es un buen boxeador, supero la sombra de quien un día fue uno de los más rápidos boxeadores de la era más cercanamente moderna posible.
Aunque Casamayor tiró a Guerrero en el último round, ya estaba tan atrás en las tarjetas que ganar ese asalto por dos puntos no afectaba en lo absoluto el veredicto judicial.
Entre la edad, el cansancio y una aparente vida de excesos ajenos al ring hicieron los estragos suficientes en la anatomía del cubano como para recomendarle que se ponga a buen recaudo del ring en otra fase que no sea la de entrenador o la de fanático común y corriente.
Miami, FL., USA
08/01/2010
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