lunes, 12 de julio de 2010

OLGA GUILLOT Y MIGUELITO VALDES EN NUEVA YORK


ALGO MÁS QUE EL SIMBOLO DEL BOLERO
Por Andrés Pascual

Terrible la noticia, tanto como cuando se escuchó a través de la Voz de los Estados Unidos que en Miami fallecían por diversas causas Otto Sirgo, Alberto Garrido, Federico Piñero, Charito Sirgo…primero; después, Leopoldo Fernández, Mimi Cal, Echegoyen, Aníbal de Mar, Fajardo, Albuerne o Celia Cruz…

Hoy falleció, dicen que de gangrena intestinal, Olga Guillot en Miami…Olga de Cuba y mejor justicia que llamarla así ni inventándola; porque la gran dama de gorro frigio tricolor jamás tuvo más defensa ni fue mejor representada que cuando Olga se presentaba en cualquier escenario.

Se perdió un emblema musical: la más grande exponente del bolero en voz femenina de la historia del genero, capaz de abrir de par en par las puertas de las disqueras a las mujeres; entonces el mundo del disco para las féminas es antes o después de la extraordinaria cantante.

El bolero fue un instrumento cautivador en la pista del cabaret cuando lo manejaba Olga Guillot, que no por gusto fue la elegida de la corriente musical “feeling” para estrenar sus inmortales melodías que, sin dudas, llevan su sello único.

Nadie como Olga, venerada en todo el mundo; mimada por todos los públicos menos por el suyo desde hace 50 años; porque una ideología que convirtió en otro al no se si decirle respetable público cubano, le desconoció y le repudió aún sin saber como era y, menos aún, sin conocer su forma clásica de expresión del genero.

Con la partida de Olga de Cuba no sólo se pierde la cantante de más fama que Cuba produjera en toda su historia; sino a una cubana sin igual, que no dejó de luchar nunca con los medios a su alcance por la libertad de su patria.

Poco a poco Cuba se va quedando huérfana de la gloria pasada, la misma que la tiranía que empequeñece el caudal cultural nacional, borró de su historia ridícula y enana para establecer sus normativas delincuentes con absoluta libertad.

En Méjico, en España…hoy es un día de luto por la muerte de nuestra Reina de la cancionística. En el entorno exiliado, única extensión posible de la identidad perdida, la tristeza embarga el sentimiento mucho más allá que unas palabras conciliatorias del pésame acostumbrado, porque debemos dárnoslo a nosotros mismos por semejante e irreparable púrdida.

Descansa en paz Olga Guillot de Cuba y del mundo.

Miami, FL., USA
07/12/2010

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