Lic. José L. Martel
Periodista de Miami, Florida, USA


Estimado colega:

En primer lugar una disculpa abierta sobre el tema que produce estas líneas a ti, primero como cubanos, periodistas y colegiados ambos al CNPExilio, tú en Los Ángeles y yo en Miami.

Esta publicación que yo suscribí acontece de la siguiente forma y en eso me caracterizo por hablar de frente y claro. Un gran amigo mío que vive en Cuba hace unos días me envió esa reseña del "niño nacido en EEUU, su abuelito, etc. etc." y me dijo estas palabras: "Martel ya tu vives en Miami publica esto, como tuyo, ya que yo lo había escrito hace años atrás, creo en el 2005". Lo que nunca hago, pues todos mis amigos y colegas conocen que yo genero temas todos días y no uno, varios; tomé su palabra y lo hice".

En ningún momento podía pensar ni me imaginaría que tú, en junio 13, 2001 por habías publicado en el 20 de Mayo de LA. Es saludable señalar que en esa fecha, 2001, yo no ejercía el periodismo en Miami. Lo ejercí en República Dominicana en 1994. Mi primer trabajo aquí en Miami se publicó en el Nuevo Herald el 17 de julio de 2004. Y vine a leer la página digital del 20 de Mayo tres años después cuando Ángel Torres y yo nos conocimos en un almuerzo del Salón de la Fama del Deporte Cubano y desde ese momento él comenzó a enviarme semanalmente sus publicaciones.

Desconocimiento total que existía esa publicación dió a traste que yo accediera y aceptara la invitación de mi gran amigo. Personalmente yo escribo todos los días y a cualquier hora. Por lo tanto por principio y ética aprendida y practicada sería incapaz de robarle o copiarle nada a nadie a sabiendas. Algunos de mis trabajos están a su disposición en sitios de la Internet como: Cuba Nuestra Digital, Cuba Libre Digital, Bitácora Participativa, Radio Miami y en la prensa escrita de Libertad, Noticias Seguro Social & Medicare News, Recorriendo América News y otros muchos más. ¿Tendré necesidad para copiar un trabajo suyo de haber tenido conocimiento del mismo?

No obstante le solicito disculpe esa duplicidad involuntaria y acepte mis más modestas disculpas por esa falla, si las estima y entiende conveniente. Desde mi trinchera de Miami me despido de Ud.,

Atentamente,

Lic. José L. Martel
Periodista