ADIVINA, ADIVINADOR ¿QUÉ QUISO DECIR RAUL?
Por Andrés Pascual
Es atracción de taquilla fuera de Cuba…cada vez que un elemento de la tiranía abre la boca, no hay periódico ni radio-cadena televisiva que se resista al embrujo de interpretar lo que dijo, con más seriedad de análisis y muchos más analistas que los que tuvo como ayudantes a su disposición el pobre arqueólogo francés, Champollion, para descifrar el secreto de los jeroglíficos egipcios en la piedra Rosetta. Ni las Profecías de Nostradamus ni los Pergaminos del Mar Muerto ni los Sueños de Fátima.
Imagínese cómo será el seguimiento si, lo que se dijo, fue durante el Congreso del Partido y por el propio Raúl Castro leyéndolo del Informe de apertura.
Para empezar, la reunión de los “partidores de la existencia del pueblo de Cuba” no interesa allá; no es verdad, como dicen algunos presentadores de televisión aquí, que el pueblo espere ese encuentro de comelones con expectativas. La esperanza y el futuro de Cuba son terreno prohibido y están adaptados a reconocerlo así, hablar de eso, en medio de tanta miseria, frustración y dolor, es tabú. Por lo mismo, la tiranía perdió su público natural hace tanto rato, que nadie espera nada de un discurso, dígalo quien lo diga. Lo que bateó Alexei Ramírez con el Chicago, lo que hizo Contreras en el 9no. inning para Filadelfia o cómo le fue en la pelea a Gamboa, incluso a Pacquiao, sí interesa, como la novela brasileña de turno; porque, si bien es difícil disfrutar del acontecimiento deportivo, es más terrenal, menos tedioso y mucho menos onírico que estar pendiente de algo que, porque llevan 52 años haciéndolo, se cansaron hace más de 30: no hay futuro, no hay esperanzas, incluso ni comunistas hay y eso lo sabe bien la población que malvive, cuya única respuesta es el TTM o “tíralo todo a mierda” y sigue caminando.
Entre informaciones de “un desconocido Raúl” bravo (de airado, no de valor personal), desconocedor de la miseria que se vive por más de 50 años, que se sorprende porque “un ministro o j’ de departamentos no hizo, por su cuenta, para evitar un daño mayor, lo que debía bajo su absoluta responsabilidad”, hasta preguntarse la razón por la que un niño no tiene acceso a la leche obligatoria, forman parte de la farsa que está recibiendo más tratamiento mediático fuera de Cuba que el alunizaje de 1969, presentada en carpa de circo ripiera estilo 1945.
Y, entre todas las utilidades que generan material de información de ninguna importancia, está “el enigma de la ciénaga”: ¿Qué quiso decir Raúl al “proponer” (ejecutado el voto favorable por todos seguramente), que los dirigentes deben permanecer solo dos períodos de 5 años cada uno como “vanguardias del pueblo combatiente, entusiasta y fervoroso”? ¡Alabao, aquí sí se acabó el “play”!, que se prepare Miami, que hay 4 docenas de “traidores a Castro” a los que antes les ponían un cartelito para identificarlos como “ex alto funcionario del Gobierno Cubano” y, hoy, porque las mentalidades evolucionan, la gente se adapta, el exilio concede y la competencia entre el 22 y el 41 es feroz, se los cambiaron a “analistas políticos”, más una extraña botella de entre 1,500-2,000 verdes por sus servicios al canal, incluso, a veces, a la tiranía. Vayan o no a la comparecencia televisiva de las 8 de la noche, el “salario” corre en ciertos casos.
¿Qué quiso decir Raúl? Nada, solo ponerse a tono con los tiempos; porque, si medio mundo en el norte de África musulmana, como Libia, mueren sin miedo en las calles ante asesinos como Raúl y su pandilla por exigir, entre otras cosas, el fin de dictaduras más jóvenes que la tiranía castrista, es lógico que se haga, por un pueblo revolucionario y disciplinado, que no lucha por la calle porque reconoce que es propiedad partidista, aunque sea sugerir que se le ponga fin a términos prolongados como el de él, de 52 años cumplidos, por uno de 10 desde los 80 de edad.
¿Han cometido errores esos criminales? No, ninguno, lo que hicieron, lo que permitieron desde lo represivo hasta la destrucción económica del país, estaba como objetivo fundamental en la agenda política que se trazaron desde el 26 de julio de 1953, tal vez antes.
Si esa camarilla de desmadrados hace las cosas correctas, en bien del pueblo, no estaría Raúl Castro engañando a todo el mundo con cara de incrédulo y sorprendido ante lo de la leche y la niñez. Ni se preguntaría que cómo pudo ocurrir. Si las cosas hubieran sido como debieron, con voluntad y deseo, este hijo de puta solo hubiera estado visible en la prensa un par de años después de 1959 y, en este abril, no se estuvieran conmemorando en el exilio los 50 años del desembarco de la gloriosa Brigada 2506.
Miami, FL., USA
04/26/2011
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