IV CONGRESO DEL PCC
Por José M. Izquierdo
Una farsa fue montada en la ciudad de La Habana,
un congreso donde estaban los ancianos comunistas.
Viejos verdes, achacosos, ladrones y mentirosos,
que han estado medio siglo abusando del cubano.
Llevaron al más anciano de los tiranos del mundo,
un muñeco hecho de trapo, parecía el desgraciado.
Seguro que un buen retrato infundía más respeto,
que ese grotesco muñeco, que debía estar guardado.
Estos gastados ancianos que ya están momificados,
medio siglo han estado con el poder en la mano.
Se niegan a retirarse y preparar un relevo,
antes que en el infierno se acuerden que faltan ellos.
Fidel y Raúl estaban custodiados por sus nietos,
los príncipes herederos muy sutil nos enseñaron.
Del fracaso ellos culparon a todos los que pudieron.
Un socialismo más duro fue lo que prometieron,
La salud es un desastre, en Cuba no hay medicinas,
no hay vacunas ni vendajes para curar una herida,
no hay agua ni detergente para lavar la cocina,
y los galenos cubanos huyen en estampida.
La economía dijeron estos vetustos ancianos,
que tiempo va a demorar encontrarle solución.
Pidieron a los cubanos más paciencia y sacrificio,
que llamen más a la “Yuma” y pidan mejor servicio.
Sobre el transporte tampoco dijeron nada acertado.
Como buscarle comida al pueblo hambriento y cansado.
Como hacer nuevas viviendas y acabar con el abuso.
Como crear más trabajo. Ahí se quedaron trabados.
De estos ancianos tiranos, qué solución esperar,
es como secar el mar usando toallas viejas.
La solución es cambiar la vieja nomenclatura,
por gente nueva, capaz y limpiar esa basura.
Después de perder el tiempo en un congreso teatral,
todas las vueltas que dieron fueron al mismo lugar.
Estos viejos dinosaurios nada en Cuba cambiarán,
aunque digan otra cosa voceros de aquí y de allá.
josemizquierdo@hotmail.com
Miami, FL., USA
04/26/2011
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