lunes, 28 de febrero de 2011

LA SECRETARIA DE ESTADO DE EEUU, HILLARY CLINTON


GADAFI AGONIZA POLITICAMENTE POR CONDENA DE LA ONU
Por Alberto Muller

Un alto precio político paga el régimen libio de Muamar Gadafi por masacrar con su aviación y armamento pesado a los manifestantes que pacíficamente pedían en Trípoli que se retirara del poder.

Sólo tres dirigentes políticos del mundo -Fidel Castro, Daniel Ortega y Hugo Chávez- se han solidarizado con el genocidio del dictador libio.

Después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dictaminó que Gadafi y su régimen merecen terminar sentados como acusados ante el Tribunal Internacional de La Haya, la ya débil legitimidad del dictador libio se ha hecho trizas ante los ojos del mundo.

La Secretario de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se reunirá el lunes en Ginebra con sus colegas árabes y europeos para evaluar la ayuda inmediata a las fuerzas de la oposición y entrar en contacto con las fuerzas rebeldes:

Hillary Clinton, en un comunicado antes de abandonar Washington rumbo a Ginebra, repetía las palabras del presidente Obama:

‘Gadafi ha perdido la confianza de su pueblo y se debería ir sin derramar más sangre ni violencia’.

Y añadía que ‘el futuro del Gobierno es una cuestión que debe decidir el pueblo libio, por lo que hemos conversado con muchos dirigentes libios en el Este mientras la revolución se traslada hacia el Oeste’.

En la medida en que el conflicto se prolongue, los rebeldes anti Gadafi pueden requerir asistencia militar, pero antes de eso Estados Unidos y sus aliados podrían facilitar apoyo logístico y de inteligencia que facilitara el robustecimiento de las fuerzas de oposición.

El presidente Barack Obama y la secretaria Clinton coincidieron el sábado en que lo único que cabe pedirle al dictador libio es ‘irse ahora’, y la secretaria de Estado confirmó que no existen contactos con Gadafi, ni siquiera para buscarle un destino al que huir.

La Casa Blanca ha sido criticada por los principales dirigentes del Partido Republicano por su pasividad ante los eventos sangrientos en Libia.

Los senadores John McCain y Joe Lieberman pidieron que Washington entregue armas a los rebeldes y reconozca al Gobierno provisional que dicen haber constituido.

La política del presidente Obama parece alejarse de cualquier acción unilateral y se inclina preferentemente a coordinar sus esfuerzos con la comunidad internacional para evitar el riesgo de un vacío de poder en Libia.

Estados Unidos no cree la versión de Gadafi de que sus enemigos están manipulados por Al Qaeda. Todo lo contrario, consideran que los rebeldes son la mejor opción para contener al radicalismo terrorista.

Miami, FL., USA
02/28/2011

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