lunes, 16 de agosto de 2010

ORLANDO BUSCH Y EUSEBIO PEÑALVER. PINOCHET NO APOYO LA LUCHA ANTI-CASTRISTA


NADA NOS SIRVE DE APRENDIZAJE
Por Andrés Pascual

Cuando Leonel Fernández estuvo en Miami buscando billetes para su primera campaña a la presidencia de República Dominicana, tal vez porque “se había educado en este país” o quién sabe la razón, el “alto mando del exilio” le abrió los brazos en un fraternal abrazo “de orilla a orilla”, hasta Armando Pérez Roura fue efusivo con aquel candidato y no nombró al director de Radio Mambí ni porque sea la primera figura del destierro; ni, mucho menos, su líder, que todo el mundo sabe que no es verdad; pero “suena por el micrófono” y viene al caso. Entonces el tipo “pasó el sombrero” en promoción y, lo que no se, posiblemente en “contante y sonante” dentro de la masa cubana que confundió a un vulgar procastrista y antiamericano corrupto como al mandatario digno de considerarse “amigo de nuestra causa”

Si algo hemos tenido los cubanos diferente a todos los otros pueblos de Hispanoamérica es que hemos “sufrido” la derrota de la libertad y la democracia en cualquier pueblo del continente como a la nuestra, por lo que siempre estamos apoyando al que la recupera, al que la mantiene y a ese que no pudo sobrevivir al zarpazo traidor de hoy en día: el cubano exiliado es el único bastión que tiene la democracia en toda América, con los Estados Unidos incluidos, porque lo es en su alma.

Sin embargo, no hemos sido merecedores de solidaridad salvo con el último de los Somoza, que fue nuestro único aliado en la lucha contra el castrocomunismo…

Cuando a mediados de los 70’s Orlando Bosch emprendió un viaje continental recabando apoyo para la causa cubana a través de “La guerra por los caminos del mundo”, ¿Cuántos gobiernos respondieron positivamente? La mejor de las respuestas fue la de Augusto Pinochet: “Mi país no tiene nada que ver en una lucha contra Fidel Castro… Y este señor era “un ídolo” nuestro no sólo porque derroco a Allende y alejo el fantasma del comunismo de Chile, sino porque le había quitado una posesión a Castro y a la Unión Soviética; pero nadie puede confundir al general Pinochet con el sincero amante de las causas nobles y dignas que producen el concepto libertad de los pueblos solidariamente, y en eso fue egoísta y conservador por instinto, tal vez orientado por Washington, que es a donde nunca se quiere llegar.

Colombia es “nuestra guerra” en igual forma para el exiliado que para el castrocomunista; pero nosotros no contamos ni como merecedores de un saludo por parte de los gobiernos de ese país; o ¿Ha escucho alguien jamás a Uribe referirse a Castro como un tirano dictador que reprime y mata por más de 50 años a un pueblo que no lo mereció? Sin embargo, evitando culparlo como el verdadero y único responsable de la tragedia colombiana para la que Chávez solo es el payaso que ayuda a la proliferación del mal, se le ha oído descomponerse en loas y bendiciones al asesino de La Habana por su “humanitaria intervención” en asuntos de rehenes y concertaciones de planes de paz.

Posiblemente la correo FARC-Castro-Chávez, Piedad Córdoba, regrese de su visita al tirano (anunciada como “de trabajo”) con un nuevo plan para la sobrevivencia de los facinerosos de la selva que se adapte al nuevo estilo de gobierno de Santos.

Uribe tampoco se ha referido nunca a la situación del pueblo cubano en absoluto, ni a sus muertos, ni a sus presos…tal vez sea porque pertenece al tipo de gente, como muchos gallegos, que entienden que su problema es muy superior al nuestro y hasta consideren en silencio una exageración los cuentos “sobre Cuba”.

Tal vez estas situaciones de desconsideración con respecto a la realidad del pueblo al que, cuando les conviene “llaman hermano”, se enmarque en “necesario a nuestros intereses”; posiblemente y no lo dudo, Santos tampoco asuma una posición digna con respecto a nuestro problema.

Otra vez me voy a sumergir en la especulación sin base; pero me da la gana de hacerlo, ¿Por qué voy a desechar la idea de que todo sea sugerido por la Casa Blanca para que en Colombia se actuara así con respecto a Cuba? A fin de cuentas, en el diferendo histórico, a Washington le interesa Fidel en Cuba tanto como Chávez en Venezuela con el aderezo de alejar lo más posible la democracia de esos países; aunque quieran hacerle ver lo contrario al que se deje. Aparentemente, libertad y soberanía no comulgan con los intereses americanos en ciertos lugares y el pueblo de Cuba se puso fatal al resultar “escogido”.

Bien, visto el caso, yo no tengo ningún interés en sufrir ni apoyar el caso colombiano; que no es “mi problema” y menos porque se constituya en un peligro para lograr nuestra libertad que, a fin de cuentas, siempre ha estado en manos americanas y ya estamos en el 51 aniversario de la tragedia popular más sangrienta y larga de la América moderna; en mi caso, para sacar conclusiones, no necesito mas pruebas ni tiempo que lo que tengo acumulado. Sería un ingrato conmigo mismo y con mi familia en Cuba si sigo regalándole el día de su cumpleaños a un nene que, cuando me ve, su madre le vira la cara hacia otro lado en alto gesto de rechazo.

Si un día tumban la democracia en Colombia, que se fuñan, que mejor hubieran hecho con mirar al lado y apoyar abiertamente al primero y al único pueblo fiable contra el comunismo en América: la parte cubana exiliada y la que, luchando, mantiene dentro de Cuba la llama de la libertad eterna.

¿La bomba de Caracol? Lo siento por el concepto humano, pero no tengo ningún interés en molestarme por la cara de una moneda que, en lo profundo del corazón de ese pueblo, nadie sabe cuál es la otra.

Miami, FL., USA
08/16/2010

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