ISRAEL ROLDAN O ESE ALA ES DE OTRO PAJARO
Por Andrés Pascual
Como legado histórico a la hermandad entre los pueblos de Cuba y Puerto Rico, definitorio de una similitud más allá de la foto de una playa o de un valle; sino dado por la personalidad apasionada ante el mismo estímulo que ha perfilado dos ciudadanías muy parecidas, la gran dama boricua Lola Rodríguez de Tío, en versos insignes para nuestra historia, dejó su impresión, como sólo Martí describiera en prosa magnifica en ensayos sobre Hispanoamérica, de la familiaridad que, desde hace 50 años, una ideología extraña, intrusa y ajena a los intereses de ambos países, ha contribuido notablemente no a su separación fraternal; sino al odio fratricida, que es otra cosa: “Cuba y Puerto Rico son, de un pájaro las dos alas…”
El “internacionalismo” castrista significa el establecimiento del odio entre naciones; porque conduce al pueblo a sacar conclusiones que le harán rechazar al hermano regional al identificarlo como invasor ocupante de una plaza desangrada; incluso llega tan lejos que crea la baja pasión entre los propios nacionales por circunstancias que se encargan de construir intencionalmente, como Oriente y Occidente en Cuba… ¿Propósito en ambos casos? Dividir, separar y ganar por lo mismo en el frente de batalla que es imponer su ideología para destruir desde adentro moral y materialmente.
El castrocomunismo no es un juego de muchachos, es un peligro mortal de supervivencia que no debe ser la tabla de salvación de nadie por nada.
René, cantante de Calle 13, despojo de una sociedad decadente, no es capaz de calcular lo que significa el castrocomunismo porque no lo ha vivido y su viaje a Cuba no contemplo ver más allá de la vitrina. Pero es un elemento hecho para dividir a Cuba y a Puerto Rico, porque el 80 % del pueblo cubano lo odia e, injustamente, puede identificar a este alcornoque con el boricua histórico, de mérito inmenso en la cercanía a nuestra identidad nacional. Olga Tañón, Lucecita, Danny Rivera, Andy Montañés…son retazos de la acuarela anticubana perfilada por el castrismo para pisotear los lazos de hermandad que nunca debería ser entre ambos pueblos, explotando la conducta antiamericana de oficio para constituirse en frente que, a no dudarlo, también es antipuertorriqueno en esencia.
Israel Roldán es un Vicepresidente del Comité Olímpico de Puerto Rico, figura desprestigiada procastrista al que la tiranía ha ayudado a alcanzar algún puesto de “barriguista chupatintas” en el ejecutivo del béisbol aficionado.
Como que entre el 1-10 de octubre pretenden efectuar un torneo de béisbol en Borinquen, dicen que clasificatorio para los primeros siete lugares al Panamericano de Guadalajara y al Campeonato Mundial del año próximo, pues Roldán se va a partir las patas viajando a Cuba para que “su amo exótico”, que está más “animadito” en estos días en medio de su chorro de diarrea incontinente, la material, la moral y la que esta hablando, autorice personalmente el viaje de su equipo a la Isla del Encanto; porque ya es enfermizo para estos elementos considerar que, si falta la novena del dictador, ni con los Yanquis del 27 se puede lograr el interés.
No hay nada malo en lo anterior, salvo que, según el mediocre “dirigente”, el gobierno americano le aseguró “el mismo tratamiento” en Puerto Rico a la pachanga del G-2 que en el Clásico.
Y, ¿Eso qué quiere decir? Poco, que tomarán todas las medidas posibles para que el jugador cubano que decida huir del infierno que ni Calle 13, ni Olga Tañón, ni Roldan viven no pueda hacerlo…
Con estos tipos de boricuas nuevos no queremos ni cercanía en asientos de cine; pero, a lo que queda allá que nos respete como hermanos sin intermedios de hipócrita y oportunista posición política encubierta, les alertamos sobre ese peligro que, o cambio el pájaro; o una de las dos alas ya no es la del mismo de la poesía insigne.
Miami, FL., USA
08/15/2010
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