sábado, 3 de julio de 2010

LA ESTATUA DE LA LIBERTAD


PROPONE OBAMA LEGALIZACION DE INMIGRANTES
Por Alberto Muller

El presidente Barack Obama expuso en su alocución sobre el tema de los inmigrantes ilegales, que la expulsión de los indocumentados del territorio de Estados Unidos, como intenta la injusta Ley de Arizona, es ‘tan paradójico e inútil, como prohibir la esperanza’.

En la legalización de los inmigrantes ilegales en el proyecto que esbozó Obama, estos tendrán que cumplir con duras exigencias.

‘Los inmigrantes han ayudado siempre a construir y defender este país, porque ser americano no es un asunto de sangre o nacimiento, sino de fe, de una fidelidad compartida a las ideas y los valores que son tan queridos para nosotros’, recordó ayer Obama.

Se calcula que alrededor de 12 millones de ilegales viven en Estados Unidos, que es un país cuya grandeza física y moral está constituida por inmigrantes. El único delito de esos inmigrantes es el de precipitarse a ese sueño americano sin pararse en burocracias.

Pero nadie puede negar que la contribución económica, y hasta cultural de la inmigración ilegal, resulta imprescindible para el desarrollo de Estados Unidos. Muchos tienen hijos nacidos aquí, otros llevan años ocupando sus puestos de trabajo y la mayoría respetan las leyes y pagan impuestos.

La única solución, de acuerdo al proyecto del presidente Obama, es la aprobación de una nueva ley que señale el camino ordenado para su legalización, de forma que esta se produzca de un modo adecuado y en condiciones que permitan reordenar para un largo periodo la entrada de más personas en el país.

La legalización significa también, manifestó Obama, ‘que dispondremos de una fuerza de trabajo más joven y, en un mundo crecientemente interconectado, la diversidad de nuestro país es una ventaja muy grande en la competencia mundial’.

Obama reafirmó en sus palabras que prefiere un Estados Unidos abierto y hospitalario, que no puede implicar la renuncia a proteger fronteras y aplicar las leyes.

Es preciso, concluyó el presidente Obama, crear unas condiciones exigentes para la legalización. ‘Hay que pedir responsabilidades a las personas que entraron ilegalmente’, dijo Obama, ‘tienen que admitir que quebrantaron la ley, tienen que registrarse, pagar multas, impuestos y aprender inglés’. Hay que pedir responsabilidades también, añadió, ‘a los empresarios que violan la ley contratando y explotando trabajadores indocumentados’.

Pero el presidente enfrenta un problema grande y es que los demócratas no tienen la mayoría suficiente para aprobar la ley en el Senado.

Por eso la aprobación de esta ley depende del apoyo de algunos legisladores republicanos y del grado de presión que la población hispana puede imprimir con sus votos en los sectores políticos más conservadores del país.

La Casa Blanca reconoció que el presidente decidió pronunciar ahora este importante discurso atendiendo a la intensificación del debate público provocada por la reciente ley aprobada por el Estado de Arizona que criminaliza a los inmigrantes ilegales y que el Gobierno considera inconstitucional.

Estados Unidos, como dijo el presidente Barack Obama, es reconocido universalmente por una estatua que da la bienvenida en nombre de la libertad a quien se aproxima a la isla de Manhattan.

Miami, FL., USA
07/03/2010

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