sábado, 13 de febrero de 2010


Nuestra Señora Aparecida: Patrona de Brasil.
Por: José L. Martel.

Corría el año 1717 siendo más exacto un 12 de octubre y en el río Paraiba, de la zona de Sao Paulo, un grupo de pescadores buscaba sus sustentos en esas turbias aguas y dicen que tres de ellos nombrados: Domingo García, Felipe Pedroso y Juan Alves que navegaban a bordo de una rústica canoa lanzaron sus redes y atraparon una hermosa figura de terracota. Una vez colocada la imagen dentro de la embarcación y como si fuera un milagro la pesca comenzó a crecer y a crecer. Fue tan abundante la cantidad de pescados que brotaban de las aguas que todos tenían miedo en zozobrar por el peso y no llegar a tierra.

Estos tres pescadores trabajaban para garantizar el sustento del Conde de Assumar, gobernador de la provincia de Sao Paulo. Lo interesante fue que Pedroso se quedó con la imagen por unos 15 años en su casa donde frecuentaban las personas para rezar la novena. Más tarde se diseñó un Oratorio para la imagen hasta que en 1735 el Vicario de Guaratingueta le construyó una Capilla en los altos del Morro de Coqueros. Y en 1834 se inició la construcción de la Basílica Vieja. Nadie nunca supo como esa imagen de unos 36 centímetros de largo fue a parar al río. Se supo que su autor fue, Frei Agostino de Jesús, un monje carioca, residente de Sao Paulo, que trabajaba el barro con arte y refinamiento. Se dice que fue moldeada en 1650 y sumergida en el Paraiba donde perdió su policromía original y quedó de un brillante color castaño oscuro.

La Virgen Morena se presenta a la veneración de los fieles recubierta por un rígido manto de gruesa tela ricamente bordada, que sólo permiten verle el rostro y las manos, que une sobre el pecho en continúa oración. Porta la corona imperial, de oro y piedras preciosas, con la que fue coronada en el 1904. El Papa Pío XI la proclamó Patrona Principal del Brasil en 1928. El 12 de octubre ha sido declarado feriado nacional.

El Papa Juan Pablo II visitó a la Virgen Aparecida en su santuario, concediéndole el título de Basílica de Nuestra Señora Aparecida. Unos días antes, un individuo lanzó al suelo la imagen fraccionándola en muchos pedazos. Quiso así parar el gozo de la celebración que se esperaba. Pero el amor y el cuidado de varios artistas y expertos lograron reconstruirla y fue así como la Virgen Aparecida retornó a su nicho en la Basílica en medio de la enorme multitud que la aclamaba por Madre del Brasil. La actual Basílica de Nuestra Señora Aparecida fue construida en 1955. Su proyecto ejecutado por el Arq. Benedito Calixto con una dimensión similar a la Basílica de San Pedro del Vaticano. Su edificación original tipo una inmensa cruz griega con una cúpula de 70 metros de altura y una capacidad de 45 mil personas. Unos 272 mil metros cuatros de estacionamiento con una capacidad de 4 mil ómnibus y 6 mil automóviles. Se calcula que atiende a más de 7 millones de feligreses al año.

El odio jamás vencerá sobre el amor de la Madre de Dios quien nunca abandona a sus hijos. Este trabajo se confeccionó por fuente de datos publicados en la obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María. www.corazones.org

Miami, Florida, USA
joselmartel@hotmail.com

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