martes, 11 de enero de 2011

LO MENOS QUE QUEREMOS LOS RESIDENTES DE MIAMI ES UNA CONFRONTACION ENTRE NUESTRO ALCALDE Y EL JEFE DE LA POLICIA


REGALADO VS. EXPOSITO
Autor: Juan Carlos León

Miami es una de las ciudades más pobres de Estados Unidos –dentro de las más importantes-, con una deuda de ciento y pico de millones de dólares y un desempleo por encima del 13 por ciento. En estos tiempos difíciles que estamos viviendo lo menos que queremos los residentes de esta ciudad es una confrontación entre el alcalde Tomás Regalado y el jefe de la policía Miguel Expósito.

La operación “Recuperemos nuestros vecindarios” tuvo un saldo de seis afroamericanos muertos a tiros a manos de la policía local, hecho que ha provocado un gran revuelo dentro de la comunidad de la raza negra en ciudades como Overtown, Little Haiti y Carol City. Cabe preguntarse, ¿cuál sería la reacción si en vez de estos delincuentes –sin importar el color de su piel- hubieran sido los agentes que cuidan nuestros sueños cada noche?

Para nadie es un secreto los altos niveles de peligrosidad, violencia y tráfico de drogas que existen en esas ciudades al norte del Condado Miami-Dade, los cuales son poco probables de encontrar en otras urbes más al sur como son Coral Gables, Cocoplum y Kendall, por solo mencionar algunas. ¿Por qué será?

Regalado y Expósito deberían concentrase un poco más en los problemas que afectan a los ciudadanos de Miami. No es hora de culparse el uno al otro ni de evadir responsabilidades. Cada quien sabe lo que hizo mal. A ellos se les paga para que hagan su trabajo y nos representen digna y claramente, no para que estén dando entrevistas ni conferencias de prensa en cuánta estación radial y televisiva que los invita para formar el “show”.

El año pasado un policía blanco arrestó a un profesor universitario negro. Supuestamente el agente no utilizó los métodos adecuados a la hora de arrestar al maestro, lo que provocó la reacción de algunas personalidades, incluyendo la del presidente Barack Obama. Finalmente Obama invitó a ambos a la Casa Blanca para tomarse juntos unas cervezas en el patio de la mansión y de esta forma limar asperezas. ¿Será que Ragalado y Expósito van a necesitar la intervención de un mediador para ponerle fin a esta desagradable disputa?

Estos dos servidores públicos han tenido unas carreras muy exitosas y hasta ahora no se habían visto envueltos en un escándalo como éste. El chanchullo y el dime que te diré no conduce a nada bueno, al contrario, los pone en el mismo plano bajo e indecoroso al que nos tienen acostumbrados muchos de los políticos y funcionarios de nuestra localidad. Después no nos quejemos cuando nos digan que vivimos en una ciudad bananera. Nosotros mismos tenemos la culpa.

Miami, FL., USA
01/11/2011

3 comentarios:

  1. MUY INTERESANTE TU ARTICULO, LLENO DE VERDADES,,,CRUDAS VERDADES LAS CUALES SABEMOS,, PERO ME PREGUNTO,?? HABRA SOLUCION A TODA ESA CORRUPCION??,, TENDREMOS UNA NUEVA CUIDAD,, DE PAZ AL MENOS,, ES UNA LASTIMA

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  2. Que triste que el Alcalde Regalado y el jefe de la policía de Miami, Miguel Expósito se estén comportando como dos funcionarios públicos chusmas y de baja calaña. No hay necesidad de concentrarse en lo que hace el uno o el otro, cuando cada cual puede estar preocupándose en asuntos muchos mas importantes asumiendo sus propios puestos y responsabilidades. Regalado podría ocuparse un poco mas en los recortes salariales que les han hecho a muchos empleados de la ciudad o el mismo desempleo. Mientras que Expósito pudiera estar pensando en como reforzar la seguridad de nuestras calles, como más policías y a su vez, ver por la vida de los que nos cuidan a nosotros.

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  3. Ambos tienen el derecho de exponer sus ideas y opiniones respecto a sus propios intereses. Que lastima que el jefe de la policía, Expósito fue escogido por Regalado, hace solo un ano, como el mejor capacitado para levantar la moral de la fuerza policiaca y para parar el supuesto abuso por los policías del que fueron acusados cuando estaban con el ex–jefe de la policía John Timoney.
    Qué vergüenza que ahora los dos están apuntándose dedos uno al otro por el mal trabajo por parte de la policía. Yo pienso que deben darse las manos y reunirse para formar una buena estrategia para levantar la moral de los policías y disminuir el crimen en esta ciudad. Quizás si hacen esto, puede que ayudaría para borrar la mala imagen del condado como “una ciudad bananera.”

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