martes, 11 de enero de 2011

JARED LEE LOUGHNER, EL ASESINO DE TUCSON, ARIZONA


BRUTALIDAD…FANATISMO…LOCURA
Por Tiberio Castellanos

Comentando la tragedia de Tuckson, Arizona, donde un joven de 22 años ha tiroteado una multitud y ha matado seis personas y herido de gravedad a una joven congresista, mi amigo Tutankamon me dice: "estas barbaridades las hacen solamente un loco o un musulmán".

Obviamente, mi amigo Tutankamon está comparando e igualando, el atentado de Arizona con aquella masacre de 13 compañeros militares que hizo un musulmán, Mayor del Ejército en un campamento en Tejas. (Por suerte ambos criminales están vivos y en poder de las autoridades. Quizás luego nos enteremos de algunas de sus verdaderas motivaciones, quizás).

Yo no estoy, al menos no completamente, de acuerdo con los conceptos de mi amigo Tutankamon. Le replico que no todos los musulmanes hacen estas barbaridades, si no solamente los terroristas. Me contesta que la doctrina musulmana tiene un cielo para estos terroristas suicidas que mueren matando "infieles". Un cielo con una docena, para cada uno de los suicidas, pues son polígamos, de muchachitas con la nalguita parada y la cintura de agua. Y que siendo así no es extraño que estos terroristas proliferen, en New York, en Londres, en Madrid, en el Líbano, en Irak, en Bali, en El Cairo, en Pakistán, en la India, en Suecia, y paro de contar.

Me pregunto temblando, que si esto es así, ¿quién nos protege de tantos locos y fanáticos musulmanes? pues yo calculo que aquí debemos tener millones, de locos y de candidatos a terroristas musulmanes. Ya se ha hablado de la protección policíaca que debían tener los congresistas. Lo que es muy lógico en vista de lo que he dicho anteriormente.

Y no es ocioso apuntar aquí, dos factores muy negativos en esta lucha contra locos y terroristas. Por una parte lo fácil que es en EE.UU. comprar un arma. Se supone que debe haber ciertas trabas para que un enfermo mental no adquiera un arma de fuego. No obstante, parece que no es así.

Por otra parte, suponía uno que personas nacidas aquí, educadas aquí, no se dejarían lavar el cerebro por demonios de otros países para hacerlos conspirar contra su propia patria y sus compatriotas. Eso suponía uno. Después de lo de Tejas y de lo que para su gran susto descubrieron en Londres los investigadores ingleses. Uno no sabe qué decir.

Finalmente, yo le he aclarado a mi amigo Tutankamon, que no todos los musulmanes son terroristas, ni todos los terroristas son musulmanes.

Miami, FL., USA
01/11/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario