MARAVILLAS ES LO MEJOR DE HOY; PERO NO LE PUEDE GANAR A PACQUIAO
Por Andrés Pascual
Boxeador, lo que se dice boxeador o artista en el difícil arte de dar y que no te den, es el argentino Sergio “Maravillas” Martínez, comparado con Pacquiao; primero, a nadie debe ocurrírsele y, segundo, el filipino no conoce ni el ABC de una cuartilla que se le han empujado con repasos y fraudes en las calificaciones de maestros y examinadores.
Pero el argentino no puede ganarle al asiático porque está proponiendo un pleito en el peso, 154 libras, que ni a Roach ni a Arum les gusta; sin embargo, ellos saben que, por la forma como lo trabajan con lo que lo han hecho hasta hoy, si el argentino sube limpio en 185 libras post pesaje, el León de la Metro se lo come, porque no es posible que iguale la fuerza y la resistencia que alcanza Pacquiao después “que le pasan la conocida mano”.
Roach y Arum no le temen a una derrota del Senador en 154, ellos saben que es imposible; a lo que le tienen miedo es a que se afecte la credibilidad, como debería ser sin ese riesgo, cuando se cometa una masacre contra un peleador como Maravillas con muchas más libras de diferencia.
Para este tipo de trampas que evite el entredicho y la suspicacia, inventan la división especial de 150 u otra que se les antoje, a fin de cuentas, los peleadores caen como moscas por la publicidad que recibirán y porque creen que “ellos sí por ilusión óptica” más que por posibilidades de una realidad evidente nunca comprobada hasta hoy.
En España acaban de dar a conocer un capítulo que debe llamar a la cordura a los incondicionales de Pacquiao y que involucra a la campeona de pista Martha Domínguez: si aparece en un informe como que consumió esteroides (también los vendió), será declarada usuaria, igual que un ciclista de reciente suspensión; es decir, hay algún tipo de sustancias de esas que no aparecen en las pruebas…
Ese tipo de información debería ser considerada a la hora de opinar por Pacquio del ciego voluntario de la gradería…también por Márquez y Martínez que, sencillamente, no pueden; porque, si se habilitara una ley mandatoria, el pleito no va. Así de sencillo.
Miami, FL., USA
12/23/2010
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