lunes, 6 de diciembre de 2010

LOS HERMANOS CASTRO, CULPABLES DE LA DESGRACIA CUBANA


OFENSIVA, CARROÑA Y LIBERTAD
Por José (Pepe) Martel

¿Serían las tres palabras apocalípticas después del triunfo de la revolución cubana? Se fue Batista y los esbirros que torturaron y asesinaron jóvenes valientes y defensores de la Constitución de 1940. Vítores, aplausos y esperanzas por un lado y fusilamientos justos e injustos, gente descontenta, los alzados del Escambray unidos a los nuevos clandestinos enfrentándose a un gobierno revolucionario que se volvería totalitario y cruel con el comienzo de un castrismo traicionando los ideales martianos y la democracia representativa.

Una nueva Cuba con nuevas etapas de cambios hasta la llegada de la ofensiva revolucionaria lanzada contra el último reducto de la economía privada con las intervenciones y cierres de pequeñas cafeterías, puestos de chucherías de expendio de pan con croquetas, fritas, frituras de bacalao, guaraperas, cafés de 3 y 5 centavos, quincallas y otros tipos de ventas de comercio minorista. Una reagrupación de unidades y centros de servicios ineficientes bajo pésimo control administrativo y de higiene deficiente, el caos y degeneración unida fomentaron el negocio subterráneo o bolsa negra con el vulgar y conocido trapicheo y el robo al estado.

Antes de esta ofensiva revolucionaria y por la falta del abastecimiento material a estos pequeños e insipientes negocios la gente comenzó con el conocido invento para resolver y en La Habana se conoció de un escándalo en la Playa de Marianao donde la policía ocupó gran cantidad de carroñas (aves de rapiña –tiñosas) muertas y peladas en un clásico timbiriche que presuntamente anunciaba la venta de pan con pavo (guanajo) y que la gente disfrutaba de este rico manjar resultando en un final un timo asqueroso para la población.

Quien no recuerda del famoso pan con bistec empanizado y de carne ripiada o ropa vieja que consistía en frazada de piso elaborada y condimentada de forma diabólica y tenebrosa, el picadillo de gofio que muchas personas cocinaban en sus casas para mitigar la hambruna y la popular croqueta de ave identificada como averigua ya que se hacia de harina, huevo, pan rayado, ajo, cebolla, ají y otros ingredientes menos de carne, pollo o jamón.

Después de los viajes de la comunidad cubana exiliada a la isla se supo de la complicidad del régimen dentro del narcotráfico internacional, ventas de marfiles y oro que se comerciaba desde Angola y Etiopia se notó un respiro para la población al registrarse en La Habana, una apertura del comercio minorista abriendo pequeños supermercados conocidos como Mercaditos abastecidos con una variedad de productos enlatados nacionales e importados como: Carne prensada, salchichas, sardinas, calamares, chorizos, carne rusa, jugos, dulces en conservas y variedades de sopas.

Se vendía litros de yogur @ $2.00, jamón prensado @ $5.00 lb., queso amarillo a @ $4.50; arroz en paquetes de 5 lbs. @ $7.50; la pastilla de jabón y el tubo de pasta dental @ $1.50 y $2.00 respectivamente. Todo en moneda nacional (peso cubano). La gente comenzó a creer que ya había comenzado el cacareado socialismo cubano. El fiasco vino después cuando se descubrió por EE.UU. la complicidad de Cuba con el narcotráfico y el caso Noriega-Panamá. La debacle final vino después con la desaparición de la Unión Soviética y el resto de países comunistas de Europa del Este y por consiguiente la pérdida de la ayuda económica que la URSS le daba a Cuba a través del subsidio de unos 6 mil millones de dólares al año.

El papalote cubano se fue a bolina y comenzó el famoso Período Especial etapa donde todo se fue acabando paulatinamente y recuerdo que compraba mis alimentos racionados en el Supermercado EKLOH uno de los más abastecidos de la capital. La mercancía de los estantes se fue extinguiendo rápidamente y recuerdo que comenté que cuando se viera que la gente comenzará a llevarse las famosas –sopas de almejas rusas - colocadas en el último estante, comenzaría el hambre en La Habana y efectivamente así sucedió. Y otro hecho cuando la gente botó a sus< mascotas> para la calle.

Perros de auténticas razas y satos exclusivos deambulando flacos, hambrientos y cadavéricos desorientados. Los gatos desaparecidos y sirviendo de plato fuerte a familias que los devoraba volví a repetir la hambruna golpeando a diestra y siniestra.

Ya hace quince años de estas dos etapas de periodos especiales y la de un régimen depauperado, desprestigiado y envejecido fisca y moralmente, lo único que necesita Cuba es libertad mezclada con democracia de nueva factura mejor que la que fue y enterrando para siempre estos 52 años de sufrida desesperanza nacional.

Miami, Florida, USA
joselmartel@yahoo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario