MACHO CAMACHO O LA SAGA DE “LOS MUERTOS VIVOS”
Por Andrés Pascual
Para todo hay una historia y en el boxeo, para hacer atractivo lo grotesco si no existe la inventan; o la adornan de tal forma que un “bohío cubano” se lo empujan por la cabeza a cualquiera como el hotel de 7 estrellas de Dubai. Y que nadie venga con cuentos trasnochados en defensa de lo que no se puede defender: hoy ocurre eso por la crisis de clase profesional en el pugilismo; en otras palabras, porque los buenos boxeadores se cuentan con los dedos de una mano con un par de sobra.
A ver, ¿Para qué sirven las clasificaciones si un “retirado” llega por encima de todos directamente a una pelea titular? Busque en los anales del boxeo, durante la era previa a 1980 (porque esa “gracia” la hicieron con Sugar Ray Leonard, que sí fue un gran boxeador), y como que le cogieron el gusto primero; después no, en los últimos 20 años la pérdida de verdaderos valores con la consecuente importancia de “atracciones de taquilla” ha creado tal situación que se convirtió en una tomadura de pelo colosal a un fanático que parece que no le interesa que se piense despectivamente de él.
Si no se considerara al público de hoy como digno de la clasificación “presa fácil para robarlo”, no sería posible que cualquier bronca callejera, con matices de discusión por un puesto en “una cola cubana para comprar pan”, sea trasladada al circuito PPV y cobrada en “cash” o dinero “contante y sonante” a un precio que, dentro de poco, ridiculizará el de un paseo espacial en una nave Shuttle.
Recuerdo cuando regresó hace poco Macho Camacho con su aureola exagerada de autopromoción; con ese comportamiento que pretende entretener al público como si fuera Tin Tan y con esa incapacidad de comprender que ni en eso, porque, a fin de cuentas, es antipático… ¿Hasta dónde se va a llegar en este lance?
Tenía 47 años en aquel momento, ni un adarme de respuestas ni de reflejos; ni la velocidad que no empleó para boxear, sino para correr…había transitado la espiral de peleador de importancia sin demostrarlo en el ring a delincuente y aspiraba a “estrella de cine” en niveles de “latin lover”; o a promotor de espectáculos; Macho es, sin dudas, un hombre de aspiraciones y expectativas personales, claro, para sí mismo; porque, posiblemente, ni la familia confíe en el…
Para el aterrizaje le habían construido una pista en Dinamarca donde, según él y los que lo iban a presentar, estaban “ansiosos por verlo” desde su era de… ¿De qué?
¡Qué falta de respeto tan grande es el boxeo de hoy! Indudablemente mayor en la medida en que los lobos que lo desangran penetran más en la psique del fanático y descubren que se puede hacer eso y más.
Es el fanático de hoy, a disposición del pícaro y vividor en cualquier sector de la vida diaria, o ¿Acaso no citan a medio mundo para una hora de venta a descuento de madrugada en cualquier tienda por departamentos solo para que, cuando se llegue al mostrador, el dependiente le diga que ese producto se acabó sin haberse vendido ni uno? Lo peor, todo el mundo lo sabía y comprará otra cosa…Así que, ante semejante escasez de respeto por sí mismo, ¿Como no iba a regresar Macho Camacho y todo el que el promotaje quiera?
Miami, FL., USA
12/24/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario