COMIDA O LIBERTAD
Por Fernando J. Milanés MD
El régimen totalitario de los Castro, anunció el primer congreso del Partido Comunista en Cuba desde el año 1997. La razón de esta reunión es la de legitimizar las reformas económicas ya anunciadas, donde se permitirán algunas empresas privadas, un aumento de la inversión extranjera, un estudio sobre la moneda, y más autonomía para las corporaciones estatales. A su vez, se reducirán las ayudas a la población y se cobraran impuestos sobre la ganancia para subvencionar los gastos del gobierno.
En un programa televisivo ayer, un experto en la economía de Cuba, Emilio Moráles Dopicó, clasificó esta apertura como un 5 (del 1 al 10), comparada con un 1 cuando los cambios en el periodo especial de los ‘90, que fueron de corta duración. ¿Qué significan estos cambios para la sufrida población cubana? Indudablemente habrá un poco más de comida, algunos beneficios materiales y en el mejor de los casos la formación de una pequeña burguesía. ¿Y la libertad y los derechos civiles del pueblo?
Una apertura económica fuertemente controlada por un régimen socialista y dictatorial solamente enriquecerá aun más a la cúpula gobernante, cuya sola ambición es mantenerse en el poder. El riesgo de que un nivel de vida mejor lleve a deseos de libertad, hará que el régimen aumente y no disminuya la represión. El hecho que los dirigentes actuales sean tan viejos que desaparecerán por ley natural, y la esperanza de que una nueva generación permita derechos de opinión, reunión, etc., está por verse en un sistema cuasi-monárquico donde ya existen herederos.
Con una gran posibilidad de la incompatibilidad de una mejoría económica con una mayor libertad individual mientras existan los Castro, ¿qué escogerá el pueblo de Cuba? En los años ’60 se buscó, en gran mayoría, respirar aires libres en un exilio, renunciando riquezas. Muchos sacrificaron mas, vida o encarcelamiento. Después de 50 años en un país donde una gran parte de las personas no han vivido con derechos civiles y si con grandes dificultades materiales, es posible que la tentación de más comida los haga sacrificar las ansias de ser libres. Por otro lado, en ese mismo pueblo existen hoy en día ejemplos de gran valentía donde se han sacrificado vidas y donde existe un corajudo grupo de 13, como el Dr. Oscar Elías Biscet, que prefieren las torturas de una cárcel al destierro. ¿Qué pasara en el futuro? No se sabe.
Personalmente creo que, aunque muchos piensen que después de tantos años es inútil, es nuestro deber de seguir estimulando por muy pocos que sean, a los verdaderos patriotas existentes y denunciando los continuados abusos y represiones del régimen. Nuestros mambises, a pesar de sus muchas discordias y su reducido número, nunca cejaron en sus sacrificios ni en su justa lucha por una Cuba libre. Apoyemos, aunque sea con modestas palabras, esta lucha.
Miami, FL., USA
11/11/2010
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