jueves, 11 de noviembre de 2010

EL CAPITOLIO DE LA HABANA VIEJA


PINCELADAS DE LA HABANA COSTUMBRISTA Y CREATIVA (2DA PARTE)
Por José (Pepe) Martel

Tocayo Zaragosa: Eso quería con estas descargas de costumbrismo criollo que transmití en"Pinceladas de la Habana costumbrista y creativa" que gente como tu respondiera y agregara mas en detalles. Seguro que esos que estas mencioando nos hacian mas ricos en desarrollo, experiencia y conocimientos. Faltaron los lecheros que diariamente ponían pomos de leche en la puerta de cada casa; e repartidor de periódico que aparte del vendedor ambulante de la calle con su pregón te depositaba el periòdico a los suscriptores en tu balcón o la puerta i vivias en bajos.

El vendedor de cuadros y de ropas que te vendía y fiaba controlando los pagos semanales por una tarjeta a cada usuario. Las casas de empeños que te daban dinero por tus prendas empeñadas cuando tenías algun apuro en tus finanzas. El agente de seguros de vida y propiedades que te daba "una muela" espesa para venderte una póliza. El alfarero que confeccionabas figuras en barro como bucaros, macetas y otros artículos del hogar.

En cada barrio encontrabas trabajadores por cuenta propia que brindaban innumerables servicios como: Sastres, modistas, peluqueros (as), barberos, manicuristas, masajistas, quiropedistas, dentistas y consultas médicas; ademas de otros profesionales. El apuntador de bolita clandestino que conociamos y le jugabamos algún numerito por si salía premiado en la Lotería Nacional de Cuba. El de La charada juego clandestino. El celebre sargento de barrio político conocido que resolvía infinidad de problemas sociales a la gente mas pobres y que a su vez correspondía con el voto al candidato seleccionado ya sea concejal, alcalde, representante, senador o presidente.

Darse un trago en la barra era costumbre de muchos, esa invitación de vamos a tomar la mañana y pedirle al boguero solo un vasito de cerveza costumbre de mucha gente. Pararte en la esquina para platicar con la gente del barrio y vacilar un disco en cualquier vitrola de una bodega, bar o cantina era una forma de vacilar un bolero o disfrutar una guaracha ligada con guaguancó. El chisme del vecindario una onda siempre de moda y cuando algo te salía mal deciamos parece que tengo un chino atrás y si algún amigo se sacaba la lotería murmuramos casi siempre con que suerte tiene el cubano y al que Dios se lo dió, San Pedro que lo bendiga,

Y por esta segunda vez, colorín colorado, mi cuento ya terminó y el tuyo no esta empezado. ¡Hasta la vista, mi querido amigo!

Miami, Florida, USA
joselmarte@yahoo.com

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