ERRORES COSTOSOS
Por Elsa M. Rodríguez
En los tiempos en que vivimos ya no hay persona o país que pueda aceptar un golpe de Estado, porque en la era de las comunicaciones, cuando todos hablan de diálogo, no se puede de manera alguna aceptar la imposición de la fuerza.
Así el cuerpo policíaco de Ecuador cometió un gravísimo y costosísimo error al secuestrar, aislar, recluir o apartar al presidente del gobierno Rafael Correa, mediante el uso de gases lacrimógenos y golpeaduras. Esto no lo aceptamos ni siquiera los que pensamos que Correa es un tremendo mal para el pueblo ecuatoriano.
Como se ha visto, los policías que se sublevaron contra una ley que aparentemente les afectaba, no tuvieron el apoyo necesario para desbancar al presidente, y lo que han conseguido con su intento de golpe no ha sido más que darle más munición a Correa para perpetuarse en el poder como su amigo Hugo Chávez en Venezuela y como la familia Kirchner en Argentina, y lo que no niegan Ortega en Nicaragua o Morales en Bolivia, todos ellos hijos putativos del dictador cubano Fidel Castro.
Tan tontamente actuó el cuerpo de policía que después de este conato de golpe el presidente ecuatoriano pudo darse un baño de multitudes que lo elogiaban y vitoreaban y tal pareciera que este espectáculo de la sublevación de los policías hubiese sido organizado por el mismo Correa a los efectos de poder concentrar la atención mundial sobre él y ganarse el apoyo aún de aquellos que no están de acuerdo con estos regímenes que dicen llamarse democráticos porque han utilizado las armas y las regulaciones de la democracia para llegar al poder, pero una vez instalados en el mismo, cambian las leyes a su antojo para quedarse allí hasta el fin de los tiempos, y si es posible hacer como en Corea del Norte, establecer una monarquía familiar, donde el jefe del gobierno es un descendiente directo del dirigente de turno.
Pobre América Latina, no pueden utilizar los métodos del pasado porque ya no funcionan y no saben hacer uso de sus derechos democráticos para que se les respete, así el futuro de estos países al sur del Río Bravo será salir de un presidente-dictador para caer en otro. Y ojalá que este ejemplo no cunda y al norte de ese río también nos veamos con este mismo tipo de problema.
Hialeah, FL., USA
lapupamiami@att.net
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