AL “TIO SAM” LO CARTEREAN EN LA CASA BLANCA
Por Andrés Pascual
Viejo y enfermo, esa es la situación del Tío archiconocido y rico: en medio del relajo en que han convertido a los Estados Unidos de América sus sobrinos postizos de padres bastardos, ya el viejuco no puede más; sencillamente, lo están desangrando como sanguijuelas hasta que no quede una sola moneda en la caja fuerte.
Tan enfermo está por el acelerado empobrecimiento, que es necesario que cobre en algún rincón de la Casa Blanca, que ya ni es casa ni blanca y mas bien admite la comparación con una aldea, su chequecito del Seguro Social para sobrevivir al temporal, y eso hasta que dure el dinero que le pertenece (como la mercancía de venta de madrugada de SEARS, hasta que dure y solo tres “ítems”); porque hay malas noticias, como con el Medicare, a pesar del que el gobierno pretendió calmar los ánimos la semana pasada dando fechas de hasta donde pudiera estirar ese elástico.
La falta de respeto y el abuso con el anciano que ya nunca sonríe es tanta que, en el mostrador de cobro, “le carterean” al descaro; le sacan hasta el último centavo de bolsillo, en el mejor estilo del “choro” de nueva edición en funciones de gubernatura de alto perfil de un partido bien definido y poderoso, cuyo único objetivo parece que es empobrecer la nación hasta convertirla en un paraíso exótico, bárbaro y absolutamente corto en influencia de las instituciones, tal una aldea en la profundidad de la selva de Zaire o Nigeria.
¿Adónde va a parar esto? Un presidente incapaz cuyo lugar de nacimiento no está claro, musulmán de práctica y conciencia subestimado en su peligrosidad por los que votaron por él; que debilita a pasos agigantados la seguridad nacional; que tuvo como plataforma política, únicamente, desmontar el bastión contra el terrorismo que construyó su predecesor; que ha logrado que sus parciales lleguen tan lejos como el olvido, por la seguridad que creó ese escudo defensivo en la población, que Nueva York es el símbolo trágico de la lucha contra el terrorismo: la Zona Cero…y que vean con total normalidad que se pretenda levantar una mezquita musulmana sobre las cenizas de los cadáveres que, todavía, no se les ha hecho justicia, amparado en un reciente estudio del Servicio de Inseguridad Nacional que dice que “las mezquitas son de gran ayuda en la lucha contra los radicales extremistas empeñados en destruir la nación americana”; pero los atentados del 9-11 se planearon en esos centros de conspiración antiamericana. ¿Se ha visto algo igual?
Los cheques que emite Obama no son cosa de juego: son billonarios, por tubería y dice que, “para apuntalar la economía…” ¿Cuál economía, la que mensualmente da la nota negativa en el mercado de valores? ¿La que no sabe dónde están pies ni cabeza con respecto a la creación de trabajos? Ya no puede seguir culpando a los Republicanos por los males que no sabe ni quiere resolver; aunque algunos cabilderos y espadones de partido digan que es “una herencia de Bush”: ahora es cuando es…
Un estudio reciente de plantas automovilísticas que obligó Obama a cerrar bajo amenazas de “cero ayuda si no…” arrojó que más del 25 % podían haber quedado operando; porque no estaban en condición de “muerte inevitable por inanición” ¿Cuántos trabajadores fueron despedidos injustamente por esos cierres provocados? ¿Por qué no dan esos datos? Lo peor, ¿Cuántas empresas más de otros sectores se vieron afectadas por el cierre de sucursales que no merecían la medida? ¿Qué ayuda es esa que no se ven resultados sobre el terreno? o ¿Quién va a pagar el dinero casi malgastado en paquetes imprudentemente ineficaces que en monto supera todos los presupuestos de Europa posiblemente?
Dos “panas” agresivos, comunistas, recalcitrantes y reaccionarios del presidente están bañados en diarrea por comportamiento anormal “de ética”, nosotros le decimos en “cubano” por robo y corrupción y, a quienes lo ejecutan, “ladrones”: a Rangel y a Waters, si los llegan a eliminar del campo político (y los siguen vigilando desde luego), se habrá dado un gran paso en la limpieza de la casa con intención de “ordenar” el estado de las cosas. Claramente si siguen “metiendo mano” agarran “mas pejes” que el rio lo tienen revuelto.
A la “Primera Esposa” de Estados Unidos la comparan con la celebre Maria Antonieta, cuya cabeza en el cesto fue el símbolo de la justicia del Periodo del Terror durante la Revolución Francesa. Yo no, porque Luis XVI no tuvo ni la 5ta. parte del poder con que cuenta Barack Obama; ni la reina decapitada las temporadas de Cavalli, Chanel o Valentino a sus pies con precios superiores, un sólo par de zapatos y un vestido de noche, al avituallamiento del ejercito de la monarquía durante todo un año.
Ahora, que le gusta la vida de la reina legendaria sí. Pero aquella era heredera monárquica y casada con un rey poderoso.
Mientras, ésta es la esposa de un abogado cuyo paralelo se debe realizar por su cercanía en varios puntos a Robespierre que, como el abogaducho acomplejado que sucumbió por efectos de su propio invento ante el Ministerio de Sanidad Publica Revolucionario, no tiene un medio como para que pretenda vivir con lujos faraónicos dignos de Cleopatra.
Entre Obama, Michelle y la Corte inquilina de la Casa Blanca, casi expiden el certificado de defunción de aquel viejito al que llaman el Tío Sam. Ya no se sabe si hay vacuna; ni suero de vida…
Miami, FL., USA
08/10/2010
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