domingo, 6 de junio de 2010

GRACE SLICK, VOCALISTA DEL GRUPO JEFFERSON AIRPLANE


RATINGS, RACISMO Y ANTIAMERICANISMO
Por Andrés Pascual

El de Ed Sullivan ha sido el show más exitoso de la televisión americana; desde la actividad de comentarista deportivo logro alcanzar posiciones de privilegio como presentador en la sociedad conservadora del “americano” estilo antiguo.

El permiso de entrada a las salas de las casas del estadounidense blanco promedio de mediados de los 50 concedido a Elvis Presley, fue posible después que Sullivan presentara en su programa al Rey como “este es un buen muchacho que cree en Dios…” Pero al célebre intérprete de Hound Dog lo tomaron las cámaras de la cintura hacia arriba, el contoneo sexual del símbolo juvenil de su generación quedó censurado.

Cuando a mediados de los 60 los grupos británicos invadieron el espectro juvenil norteamericano desbancando a todos los intérpretes de aquí de las listas de éxitos y en el gusto popular, Sullivan llevó a su programa a The Rolling Stones, la banda famosa por su música en igual medida que por sus vidas desenfrenadas; sin embargo, como diez años antes ocurrió con las caderas de Elvis, Mick Jagger, a la carrera, debió cambiar la letra de su éxito Let’s Spend the Night Together por considerarse obscena y ofensiva contra la moral conservadora.

El 16, 17 y 18 de junio de 1967, en Monterey County Fairgrounds, Monterey, California, planeado por el líder de Mammas & Pappas, John Pillips, con Alan Parises como productor y con Dereck Joyce como publicista, se celebro el primer gran festival de música juvenil al aire libre en Estados Unidos considerado la célula original de Woodstock dos años después.

La protesta contra la guerra de Vietnam a través de una extraña prédica antibelicista que tenía como símbolos una flor, el amor libre y el uso de la droga LSD inauguraba la bacanal que convertiría a Estados Unidos en el imperio de la decadencia moral y de la ofensiva contra todos los símbolos conservadores de utilidad infinita; a partir de Monterey, nada podría detener la espiral de autodestrucción de la sociedad con la contribución más que generosa de una Media formateada a un 1000000 de revoluciones en su graznido antisocial y peligroso.

Monterey fue el primer gran éxito en apariciones públicas de Jimmie Hendrix y de Janis Joplin; como contribución a la indecencia, la marca registrada de Hendrix, que le hizo el amor a su guitarra, le prendió fuego y lanzo los pedazos al público…

A San Francisco la llamaban la capital de la “contracultura”, lo que nunca he podido entender porque cultura significa “cultivo”; pero Monterey 67 y 68 se hicieron bajo la influencia del sentido de la vida juvenil en esa ciudad; es decir, bajo la influencia de “respeto por nada ni por nadie” en medio del torbellino “hippie”.

Fue una juventud peligrosa, incubadora del adulto que se formo políticamente ayer en Harvard y UCLA y, hoy, desde altos puestos en la política americana, demuestran la verdad de las acusaciones que recibieron con soluciones antiamericanas que refrenden todo el odio y la ira antisocial que esconden sin motivo aparente para semejante actitud.

Grace Slick, la cantante del grupo Jefferson Airplane, que logró la fama después de presentarse en Monterey, fue compañera de estudios de una hija de Richard Nixon; la irresponsabilidad y la constante vertiente antiamericana y delictiva de este tipo de elemento, la llevaron a planear con un amigo el utilizar una visita por invitación de su compañera de colegio a la Casa Blanca para drogar al presidente lo que, afortunadamente, no se produjo.

Todavía en 1969, con el país en medio del huracán que ha barrido con toda la decencia hasta hoy, Sullivan censuro el contoneo de caderas de Jim Morrison, cantante del grupo californiano The Doors; acaso la última batalla en defensa de un objetivo en una guerra que ya iniciaba el principio del fin de una monumental derrota de principios irremediablemente.

Hoy “no hay arreglos”, el país está en manos del antiamericanismo en todas sus vertientes y la publicidad absoluta la manejan sus enemigos peligrosamente para todo el mundo… ¿La culpa? De los ratings en función de lo “políticamente correcto”, por los ratings se sacrifican tanto lo decente como la estabilidad ciudadana: BET o Black Entertament Televisión es un canal solo de negros; aparentemente, no hay espacios en sus plantillas para artistas blancos ni posibilidad de programas anglos en su programación; es un altar a la ofensa, la injuria, el desprestigio y el desprecio contra los descendientes de los peregrinos del Mayflower que, por su cuenta, padecen de un profundo e incurable “complejo de culpa” por lo que hicieron sus antepasados con los negros de cuando “la Cabaña del Tío Tom”; si no lo cree, véalo y escúchelo… Después, respóndame, ¿Se imagina que pasaría aquí con un canal alternativo racialmente en igual formato e intención? Mejor ni tratar.

¿A dónde va a parar este país? A ningún lado, ya llego y solo queda rezar para que el Señor nos encuentre confesados…lo demás es por gusto.

Miami, FL., USA
06/06/2010

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