UN RAZONAMIENTO PARA POBRES DE ALMA
Por: Amelia M. Doval

De mentiras y defachatez se visten los gobiernos llamados comunistas,Cuba el botón que nos sirve de muestra, en días pasados por su engendrada maldad provocaron sus carceleros la muerte de un joven que se tornó en héroe , no porque así lo quisiera, no porque su ego lo llevara a alcanzar con su muerte una distinción tal, sino porque su entereza como ser humano le hizo mantenerse firme en su lucha aunque para ello la muerte fuera su compañera. Zapata Tamayo, no dejó descendencia familiar pero su lucha fue y será una enseñanza, una firme palabra de un texto mudo.

Como siempre hacen quienes piensan que respeto y escrúpulos son dos palabras obsoletas del diccionario,descartando la honradez como una manera de comportarse ya circula la versión de sus asesinos, comienzan a desprestigiar su imagen. Un Señor cualquiera quien dudo sea un gran periodista, se autotitula defensor de los derechos de los cubanos y arremete en ofensas hacía el exilio, su nombre Enrique Ubieta Gómez, ¿qué ha aportado en bien de su país este escribano de punta gorda que ofende por no tener razones obvias? No sabremos nunca pues, como acostumbran en su arcaica y repetitiva manera de ser, ponen en boca de un desconocido la supuesta opinión de un pueblo, no obstante, sobre su propio punto defenderé el nuestro.

Dice que el historial delictivo de Orlando Zapata, era numeroso y al final se convirtió en defensor político, es fácil de imaginar que en un gobierno portador por antonomasía de la discriminación racial, el perfil descripitivo sea fácil de asociar, mas es vasta la incultura de tal personaje y sus argumentos pobres, no es el caso pero si lo fuera, bastaría nombrar solo a un reo que fue capaz de pasar de casi analfabeto a un defensor de las grandes causas Malcom X, a este hombre la prisión le servió de escuela,¿ acaso no es loable una actitud como esta?.
Disculpe Señor Gómez, su argumento le da más valor a mi lucha y más renombre a la entereza con la cual este Hombre se transformó en héroe.

Dice usted que no tenemos un héroe en el exilio y en eso concuerdo, tenemos cientos, miles, todos los que su gobierno ha llevado al paredón de fusilamiento, cada cubano que el mar fue su última visión de vida, cada hombre o mujer que ha tenido el valor de enfrentarse a tan cruel dictadura.

Cuba no es un país democrático, de serlo usted hoy estaría escarbando en la tierra para alimentar su pobre intelecto y no sirviendo de paladín, de payaso repitiendo palabras gastadas que segura estoy ni comprende, ni analiza porque diríamos¿ acaso ha medido con su vara de inapropiados conocimientos y maldita sumisión a todo el mundo? no debería, le sugiero analice los conocimientos intelectuales de quienes conforman la disidencia cubana, pues si aún no sabe en su país, en sus narices hay un número de sublimes personas con la suficiente entereza martiana para luchar por una Cuba libre y los justificados conocimientos que le permiten analizar sin fanatismos, ni falsas sumatorias la ilógica razón de un gobierno que tuerce con miradas lo productivo en ineficaz.

Lástima y no lastima que su poco alcance no le deje ver la realidad, hay hombres y mujeres que tienen el suficiente valor para no temerle a la muerte si la vida implica doblar la cervis. Usted no entendería esto porque los pobres de alma son escazos de pensamientos.

Nuestro Orlando, que podría ser el suyo si utilizara una molécula de su cuerpo en pensar, no usurpó territorio alguno, no trasgredió las normas internacionales, simple y sencillamente en su país, con sus derechos pisoteados pedía lo que por de los hombres le pertenece, el derecho a hablar y pensar libremente, quizás esto último es una palabra demasiado fuerte que usted no entiende porque de ser así no vincularía la lógica de cinco espías cubanos fuera de las aguas territoriales ocasionando daño a otra nación con la historia de este cubano humilde pero honesto.

Cada país, cada gobierno puede tomar arbitrarias medidas en bien la sociedad, de humanos están formados. El suyo, digo esto porque mío no es, arremete por soberbia, por maldad, por insatisfacción de poder. Siento grandemente la pérdida de un ser humano com Orlando Zapata Tamayo hoy no nos importa, categóricamente su instigadora ofensa, en estos momentos nos honra su valentía, su magistral enseñanza de sumisión patria. A usted lamento decirle que no le puedo conferir un pensamiento porque tanta cobardía e inaptitud de pensamiento es triste de ver en un cubano.

Desde mi exilio, le ragalo a usted un pensamiento que no me pertence es propiedad única de quién nos enseña cada día a ser más cubanos, este pensamiento martiano es lo único que puedo decirle¨´ Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a hablar sin hipocresía¨´.

Miami, Fl., USA
03/15/2010