DECLARACION DE AMOR
Por: Amelia M. Doval

Cuando el amor se vive como un hoy constante, aunque el dolor lascere nuestras entrañas el recuerdo nos hace, a veces, quebrar el paso en el camino mas el sentimiento nos beneficia pues, ofrece el provecho de renovarnos como seres humanos. El dolor en la distancia es una manifestación de sentimentos que hacen más puro cada deseo de alcanzar lo deseado, un batallar sin esperar nada a cambio solo la felicidad de poseer el placer de envolvernos con el olor que nos deja en la agonía de disfrutar lo cercano de un encuentro a través del aroma del recuerdo.

Así de complicado e irreverente es el amor, es la esperanza de vivir con el misterio que envuelve cada comienzo, implicando los más sublimes detalles, así como cada espacio de nuestro cuerpo y nuestros sentidos.

Amar es una pequeña palabra que lo sublima todo, es cobija, es viento, es dulzura, amaneceres, madrugadas eternas, música, hasta el llanto justifica su aparición cuando el cuerpo siente la presión del límite entre lo ansiado y lo logrado. La experiencia de sentir el embrujo nos hace desconocer los peligros de las imágenes que a nosotros acuden.

Amar es un aplauso, una modificación del alma solitaria para pensar en colectivo, un giro de prevención en la palabra cotidiana por no herir el corazón, no como órgano que nos devuelve la vida sino como almacén que sirve de refugio, es la palabra directa sin representaciones, sin encubrir, no hay tiempo equivocado para el amor, aunque si hubiese dolor, sería un dolor más profundo que la herida en la piel, es el dolor en el alma.

Cuando las imágenes de mi Habana, una dama incólume, la elegante damisela que se pavonea porque sabe que no existe ningún andante vagabundo de sentimiento que pueda destrozar su influjo, llegan a mi siento que me han apuñalado las nostalgias y brotan torrentes de horas transcurridas recorriendo sus venas, eréctiles columnas que hacen de su cuerpo aparentemente inerte, una fuente inagotable de atracción.

Mi Habana es misterio, es el viento acumulado en sus paredes, con la sed que el calor le arrebata al transeunte, tramutada en sueño, es el sol que penetra en la piel hasta que ya no se pueda respirar sino con la mirada .

Mi giraldilla impetuosa te espera viajante constante, porque el faro te alumbra para que regreses a tomarla entre los brazos y volver a hacer de ella esa antaña señora con energía de juventud que solo puede contenerse porque el muro que sostiene sus impulsos le evita encontrarse a diario con el mar, por qué dudamos?¿ quién se ha robado el espacio?, mi ciudad parece que emergio de las profundidades porque aún sin la luces que debieran alumbrarla, su energía es tal que brilla, con el fulgor que solo logran los enamorados, pretendientes y atentos del suspiro de su amada.

Sueño por tí mi Habana, mi Cuba entera y a ti dedico en este día todos mis pensamientos, mi amor y mi energía.

Sé que en la distancia te he soñado pero también sé que pronto mi cuerpo danzará sobre tu espacio. Cuba es la historia de un amor que pretende escaparse pero queda aquí en el alma de nosotros los cuabnos amantes.

Miami, Fl., USA
2-14-10