LA DIVINA LIBERTAD DE EXPRESION ACOMODADA
Por Andrés Pascual
Muchos de los cubanos que han llegado de la Isla desde hace 10 ó 15 años, con la avidez enfermiza del adicto a la droga, sienten una necesidad incontrolable por “hablar de aquello”, de todo… si el compañero (o la compañera), fue dirigente y conoce “cosas”, pues, a vomitar en el “talk-show”, que ahí están María Elvira y Oscar Haza para elevar el rating “a costilla” del individuo, que es el objetivo de esos programas: billetes…para ellos.
A lo mejor va y le hacen un contratico que le cambiará el cartelito identificativo de “traidor ex funcionario, (esbirro o sicario) de la tiranía”, por el de “analista político”, con entre 1,000 ó 2,000 dólares mensuales.
Para lograr la atención de una audiencia mitad oportunista, mitad patriota y casi toda sin entender en inglés, cualquier basura juega, no importa si es peligrosa o intrascendente y, quien no lo crea, que recuerde un video donde se daba un training sobre la forma cómo pelaba una toronja el tirano en su madriguera, documento que presentó la ocasional querida de uno de sus herederos, por demás, prostituta de películas xxx y ladrona de identidad, con el fraude de tarjetas de crédito, en una tienda por departamentos de Miami.
Ahí están los ex miembros del G-2, ex espías, ex vive bien, mujeres ex y algún que otro individuo de a pie o de “los derechos humanos” que, de forma inaceptable, impropia y amoral para una nacionalidad tan golpeada en su pundonor, fundamentalmente con la boricua “Live” como moderadora-alimentadora, se dedican a barrer el piso con la mujer cubana y el asunto de la prostitución, algo que, cuando se informa una vez, es noticia, si se utiliza de vez en cuando, se convierte en un círculo vicioso y morboso por parte de quienes nadie puede aceptarlos como defensores de la dignidad nacional por inescrupulosos; los que, cuando le sirven a otras nacionalidades que ven esos programas, a través de videos, comentarios y fotos los vicios generados por la desviación provocada de la personalidad sin autoestima de la mujer cubana de hoy, lo único que logran es la visualización de tan lamentable caso como “un antro de prostitutas de arriba abajo”, que no tendrán en cuenta que, ni todas las mujeres de Cuba son prostitutas; que es en La Habana que ocurre el desastre con mayor incidencia y, por vocación antiamericana y procastrista de los “hermanos hispanos”, nada tiene que ver con Castro.
María Elvira Salazar está haciendo la política que quiere La Habana, que no por gusto jamás hacen referencia a esa “labor periodística” de difamación contra la mujer cubana, ni en la mesa redonda ni por nadie de la “nomenclatura criolla”.
Sería bueno que los televidentes de conciencia, a los que les duele la forma como se pisotea el nombre de Cuba, castigaran a la boricua-pastora del slogan cursi para finalizar el desagradable, decadente y dañino espacio, con un buen blackout del canal que, para colmo de males, es el promotor del juego al “intercambio siniestro”; según declaró, para protegerlo, Abel Prieto hace poco…
Miami, FL., USA
03/19/2011
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