domingo, 27 de marzo de 2011

EL ALCALDE DE HIALEAH JULIO ROBAINA


HIALEAH ESTA QUE ARDE
Por José M. Izquierdo

Inmersos en el proceso revocatorio de Álvarez y Seijas, no hemos prestado la atención que merece lo que ocurre en la ciudad de Hialeah. Allí se está librando una fuerte batalla entre los sindicatos y la alcaldía de la ciudad, por los recortes que el alcalde Robaina impuso para balancear el presupuesto.

Lo que está pasando en Hialeah, no es ajeno al proceso revocatorio de Álvarez y Seijas, a las protestas sobre el presupuesto que el gobernador Scott propone. Todo está concatenado y tiene las mismas causas: Mal uso de los fondos públicos, malversación, indolencia, incapacidad administrativa y el intento de un grupo de burócratas de proteger sus privilegios y los de sus cercanos colaboradores. .

Robaina, actual alcalde de Hialeah, ha esgrimido con bombo y platillo el haber balanceado el presupuesto de la ciudad sin aumentar los impuestos a la propiedad, bandera que usa con maestría, en sus aspiraciones de llegar a ser alcalde del condado de Miami-Dade. Pero en Hialeah, igual que lo hiso Álvarez en el condado, se trata de proteger y beneficiar a los colaboradores más cercanos del alcalde.

Robaina no aumentó el impuesto a la propiedad, pero sí aumentó otros cargos y costos de servicios a la población como el agua por ejemplo. Robaina está a punto de salir de la alcaldía de Hialeah porque aspira a ser alcalde del Condado, pero deja atrás un amargo sabor de injusticia, discriminación e imparcialidad, entre los trabajadores públicos del sector de servicio y su sindicato, por la forma discriminatoria de hacer los necesarios ajustes, significativamente mayores a los obreros de servicio, que a la policía, bomberos, funcionarios y colaboradores cercanos a él. A estos trabajadores se les impone un recorte de salarios de un 17 %. Mientras, los beneficios, pensiones y salarios de los funcionarios y burócratas de la “Ciudad que progresa” están intactos, también los del alcalde.

Los representantes del sindicato de trabajadores públicos de Hialeah están dispuestos a negociar con la ciudad sobre bases de igualdad y respeto. La respuesta del alcalde y su consejo ha sido injusta y prepotente. Lo más preocupante, en Hialeah el consejo vota unánime, allí no hay nadie que se enfrente al alcalde. Mientras, las demandas en corte siguen menguando los fondos de los contribuyentes.

Nadie puede poner en duda que hay que hacer ajustes rápidos y profundos, pero justos y equitativos. Recortar un 17 % de salarios a los trabajadores públicos de servicios, los que más trabajan, los que menos ganan y proteger a los otros sectores, a funcionarios y ejecutivos de la ciudad, es injusto. Negociar contratos diferentes con los sindicatos de Bomberos y policías, que con el sindicato de trabajadores de servicios, es discriminatorio. Eso es lo que está pasando en Hialeah, eso es lo mismo que hiso Álvarez en el condado con sus amigos y colaboradores, y por lo cual fue revocado.

josemizquierdo@hotmail.com

Miami, FL., USA
03/27/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario