martes, 18 de enero de 2011

LA REPUGNANTE JOAN RIVERS ASOMA EL HOCICO...¿QUE BUSCA? LEA Y SABRA...


AHORA FUE JOAN RIVERS
Por Andrés Pascual

Joan Rivers es una de las “personalidades femeninas” o “divas”, nombre con el que la prensa americana (copiado al pie de la letra por la hispana), se prodiga en pisotear el significado “divina”. Anda cercana a los 80 y, según algunas publicaciones chismosas como TMZ, tiene más deudas que poros en la piel.

La otra curiosidad de esta prensa es que, cuando un payaso de televisión no tiene “oficio histriónico definido” como actor, músico…entonces vuelven a pisotear otro nombre, en este caso, “entertainer” o artista, el mismo que utilizan para cobijar a verdaderos astros de la pantalla, las tablas o la música.

La señora de marras no es comediante, sino “un vómito de perro” por su antipatía y su despiste antológico provocado y malicioso.

Joan Rivers anda rezagada, mejor rechazada, de cualquier programa fijo e interesante que pretenda instalarse en niveles competitivos en los hogares norteamericanos. A donde único asiste con regularidad es al espacio pagado QVC para vender joyas y otras chucherías. O a las “alfombras rojas” de “E” para hacer leña la vestimenta de cuanto artista, productor…le pase por delante. Esta faena inquisitoria de crítica pedante y sin contemplaciones, casi siempre la realiza junto a su única hija, Melissa que, a veces, me ha dado la impresión que no la soporta al lado.

En 1970, cuando murió su marido y padre de su hija, la fulana utilizó la forma de muerte del susodicho en una retahíla de bromas de mal gusto que parecía que nunca acabaría. El individuo se suicidó y ella llevó su luto hasta las últimas consecuencias de acuerdo a su calaña: aceptó, menos de 6 meses después, una película de menos clase que B, acompañada de Melissa, que reflejaba las parrandas y tribulaciones de una madre y su hija a la que se le había suicidado el progenitor y esposo; muchos miembros del gremio, entre ellos Jack Lemon, nunca se lo perdonaron y, hasta la muerte del actor, fue su enemigo.

Johnny Carson, que la tuvo en el staff de The Tonight Show a su lado y al de Ed McMahon, la ridiculizó, la pisoteó y le auguró un sonado fracaso cuando se le ocurrió montar su propio show…

Bien, ¿Qué tiene de novedad o de interés traer a la actualidad el nombre de esa máscara a la que no le cabe una cirugía más ni en su cara ni en el cuerpo?

La Rivers acaba de convertirse en otra de las voceras del izquierdismo demócrata del gremio que acusa a Sarah Palin como “la autora de la tragedia de Tucson”… ¿Por qué lo hizo? Sin dudas porque, al ser la ex gobernadora una figura de increíble popularidad (a pesar de que, según algunos “inteligentes”, es mas bruta que Canuto), consideró que se hacía su propio segundo de fama con tales sandeces, fuera de lugar y peligrosas.

El problema es que Joan Rivers no logró hacer titulares ni en The Wall Sreet Journal ni en The New York Times con lo que dijo, solo algún sitio de chismecitos, para llenar el hueco que quedaba después de la noticia de Charlie Sheen, las drogas y las prostitutas, le dedicó espacio.

A la Palin le están haciendo propaganda gratuita todos estos liberales trasnochados, entre los que se cuentan algunas “entradas en años” insatisfechas, como Joan Rivers, que creyeron que Obama les quitaría la picazón una detrás de la otra; es decir, Jon Behar primero, después otra… hasta la de mas allá. No ha sido posible.

Miami, FL., USA
01/18/2011

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