martes, 23 de noviembre de 2010

DE NOCHE TODOS LOS GATOS SON NEGROS EN MIAMI


UN EJERCITO QUE AMENAZA
Lic. Amelia M. Doval.

Cuando la caminata diaria permite adentrarse en las calles que conforman la ciudad de Miami, se puede descubrir la realidad ciudadana. Algunas zonas no borran, a pesar de los intentos, el síndrome de barriada que presume un abandono social involucrado con la no responsabilidad ciudadana.

Es maravilloso sentirse parte de un mundo que protege el reino animal con un amor extraordinario aunque en otros aspectos se señale incomprensión total. Lo realmente inaceptable es mantener este sentimiento como parte de la vía pública, dando de comer, por ejemplo, a los gatos callejeros en platos de cartón desechables que luego vuelan sin control, mientras se mantienen en la acera recipientes con agua y restos de alimento.

Si por un lado es evidente la responsabilidad de los vecinos en este abandono, sumándose a ello las basuras amontonadas, es también deprimente el mal estado de muchas calles con huecos que dan la impresión de haberle declarado la guerra a un colador. El marcado descuido en algunas aceras y las zonas de hierba donde crece el sentimiento de ´´esto no es mío´´ por su demarcación en zona estatal dejan abierta la duda sobre el destino de la ciudad en unos años.

Lo que más preocupa es que a pesar de este panorama, el desfile de parquímetros como ejército en parada militar, es mayoritario. ¿Hacia dónde va el dinero que se sustrae de las delgadas billeteras de una población que demanda de trabajos inexistentes? Pagos en las casetas de peaje, pagos desmesurados en los parquímetros, aumentos en los seguros en general, se suman a policías que se ubican en determinados días del mes, en lugares estratégicos para ´´agarrar´´ fácilmente a las presas. El incremento en los gastos del derecho a vivir es elevado y el mensaje que subyace con respecto a una delincuencia cada vez mayor, es dañino.

No hablamos de evadir responsabilidades pero, necesitamos un trabajo de terreno para determinar la magnitud de los daños que repercuten en una población donde prevalece el sentimiento de negligencia y reniegan de responsabilidades que no devienen aparentemente en su provecho. Es tarea de titanes demostrar lo contrario por parte del gobierno. Se necesita poner manos a la obra, los grandes temas políticos no pueden dejar a un lado los pequeños temas.

Miami, FL., USA
11/23/2010

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